Muchos neoyorquinos y turistas siguen este martes el proceso electoral que vive Estados Unidos a través de las grandes pantallas de televisión que en Times Square y cerca de sus oficinas centrales han colocado las cadenas nacionales, la mayoría con sede en la Gran Manzana.
Dos zonas tan céntricas como Times Square y la plaza Rockefeller, este martes plaza de las Elecciones, han sido elegidos por muchos medios de comunicación para hacer sus retransmisiones desde Manhattan.
Así, por la megapantalla que ABC News ha colocado en pleno Broadway, en donde está la conocida plaza, se puede seguir en directo la jornada electoral hasta que entrada la noche se conozca si es el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain el próximo ocupante de la Casa Blanca.
Algo similar han hecho CBS y CNN, que también tienen sus grandes pantallas exteriores con su programación electoral y que darán por ellas los resultados de la elección según se vayan produciendo.
Otra cadena, NBC, ha colocado dos grandes pantallas en la zona alrededor del edificio Rockefeller donde su ubica, desde las que turistas y neoyorquinos siguen sus informaciones de la jornada.
Además, en la pista de hielo que se ubica en el exterior de ese edificio, ese medio ha colocado un gran mapa digital de Estados Unidos que a medida que se conozcan los resultados se irá encendiendo de color azul o rojo por estados en función del ganador.
La prensa escrita, por su parte, no ha dejado de sugerir a los electores que en vez de pasar este martes pegados al televisor, salgan a la calle y vayan a los locales, sobre todo bares, en los que se celebrará la velada electoral.
En los alrededores de esos lugares no han faltado quienes disfrazados de burro o de elefante, las mascotas de los partidos demócrata y republicano, respectivamente, saludan a los paseantes y animan a los electores que no han votado a que vayan a hacerlo.
Además, organizaciones como The Responsability Project, de la aseguradora Liberty Mutual, anima a los votantes a reflexionar sobre lo que vale su voto y a actuar con responsabilidad con carteles que recuerdan que “la democracia no puede esperar”.
Tampoco faltan quienes añaden la nota de humor a la jornada electoral, como unos jóvenes que con pancartas de la empresa que comercializa cajas de preservativos y camisetas con las caras de los dos candidatos se situaron en la plaza Rockefeller.
“Viejo pero no caduco”, se leía en la pancarta de quien publicitaba los condones McCain y “Esperanza no es una forma de protección”, en los de Obama, que además, se venden por internet desde 5,95 dólares una caja de uno de los candidatos a 12,95 dólares, si se quiere incluir la dedicada a Sara Palin, que recomienda ursarlos “cuando el aborto no sea una opción”.
También se ha conocido que uno de sus congresistas estatales neoyorquinos, Steve Israel, propone que las futuras elecciones de este país se celebren durante los dos días del fin de semana, y no un martes, ya que argumenta que “uno de cada cuatro electores no puede ir a votar porque un martes es un día que no le conviene”.
Quienes han estado entre los primeros en ir a depositar su voto han sido el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y la senadora demócrata por este estado, Hillary Clinton, quien votó por Obama en la localidad de Chappaqua.
Bloomberg, por su parte, se mostró impresionado por las largas colas que han tenido que hacer los neoyorquinos para votar, que además de elegir entre Obama y McCain para dirigir al país, votan también sus representantes a nivel estatal.
En la ciudad de Nueva York, que se considera feudo de los demócratas, hay 1.351 colegios electorales en sus cinco distritos y en casi todos ellos se registraron demoras para depositar las papeletas de voto.
En el vecino estado de Nueva Jersey, ocurrió algo similar y su gobernador, el demócrata Jon Corzine, fue de los que más esperó para depositar su boleto en esta jornada histórica.
Corzine, que votó en la ciudad de Hoboken (Nueva Jersey), “tuvo que esperar más de hora y media para poder votar” y pacientemente, como cualquier otro ciudadano, se puso a leer un periódico y esperó su turno hasta entrar en el colegio electoral.
El gobernador “no quiso pasar por delante de las otras personas que estaban ya en la fila”, explicó la fuente.