PARÍS, 16 (EUROPA PRESS)
El Partido Socialista de Francia se preparara para conseguir en la segunda vuelta de las elecciones legislativas el mayor poder de su historia, ya que cuenta con la mayoría en el Senado, François Hollande ocupa el Elíseo desde el pasado 15 de mayo y varios sondeos publicados esta semana le conceden la mayoría absoluta en la segunda ronda de los comicios de este domingo.
Hollande necesitará del respaldo del Parlamento para aprobar las medidas relativas a la crisis de la eurozona, como la ratificación del pacto de responsabilidad presupuestaria. Hollande, además, ha prometido que equilibrará las cuentas públicas para 2017 sin recurrir a medidas drásticas de austeridad, sino por ejemplo a través de la subida de impuestos y la creación de 150.000 empleos con ayuda pública.
Los socialistas deberían alzarse para ello con una mayoría absoluta de 289 escaños, bien por sí mismos o con la ayuda de Europa Ecologista Los Verdes --la opción más probable, al estar más integrados en el Ejecutivo-- o el Frente de Izquierda. La líder de Los Verdes, Cecile Duflot, forma parte del Gobierno de Hollande como ministra de Vivienda.
El sondeo de Ipsos publicado el viernes da la victoria a los socialistas, que conseguiría entre 284 y 313 diputados, mientras que Los Verdes alcanzarían entre 14 y 20 escaños.
Mientras, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) se prepara para su particular travesía por el desierto ante la derrota de Nicolas Sarkozy en las presidenciales y sin un líder claro que dirija la formación. La encuesta concede entre 196 y 225 a los conservadores.
Por otro lado, el Frente Nacional de Marine Le Pen, que consiguió el 18 por ciento de los votos en los comicios presidenciales, conseguiría solo 3 escaños ante la fórmula de doble vuelta de las elecciones legislativas.
En el sistema electoral francés, para ser elegido directamente, el candidato al Parlamento debe conseguir en su circunscripción la mayoría de los votos emitidos (la mitad más un voto) y el 25 por ciento de los votos respecto al número de personas que figuran como votantes inscritos. Si no se da este caso, se celebra una segunda vuelta con los candidatos que hayan obtenido más del 12,5 por ciento de los votos en esa primera ronda.
LOS SOCIALISTAS PIDEN EL VOTO
A pesar del holgado triunfo que conceden las encuestas a los socialistas, varios dirigentes han advertido del problema de la cohabitación, con una Asamblea conservadora y Hollande en el Eliseo. El primer ministro, Jean Marc Ayrault, ha pedido a los franceses que den la victoria a su partido para poder aprobar las reformas.
El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, pidió el viernes el voto para los socialistas en una entrevista con la Radio France International para dar “coherencia” a la política del país al tiempo que señaló que la cohabitación provocaría un sistema “intratable”.
Sin embargo, no toda la familia socialista está unida. La campaña de la última semana se ha visto empañada por la polémica surgida después de que Valerie Trierweiler, actual pareja de Hollande, apoyase en Twitter a un disidente del Partido Socialista que se enfrentará en esta segunda vuelta a Ségolène Royal, candidata socialista oficial y anterior pareja del presidente.
Royal, que mantuvo una relación de 25 años con Hollande, con el que tiene cuatro hijos, tratará de conseguir el próximo domingo un escaño para la Asamblea Nacional en La Rochelle, circunscripción por la que también se presenta el disidente socialista Olivier Falorni.
Royal logró en la primera vuelta del pasado domingo el 33,03 por ciento de los votos, por encima del 28,91 por ciento acumulado por Falorni. Mientras Hollande apoyó oficialmente a su expareja, Trierweiler dio “ánimo a Olivier Falorni”, de quien dijo que “se bate al lado de los rocheleses desde hace tantos años con un compromiso desinteresado”.