Los 19 presos saharauis condenados por la justicia marroquí por la revuelta del campamento de Gdeim Izik se han declarado en huelga de hambre durante 24 horas para protestar por el grave estado de salud en el que se encuentra uno de ellos, Laroussi Abdeljalil.
“Nosotros, el grupo de los presos políticos de Gdeim Izik, entraremos en una huelga de hambre de 24 horas el lunes, 11 de noviembre de 2013, en solidaridad con nuestro compañero Laroussi Abdeljalil, condenando este trato vejatorio que nos tienen sometidos todos”, anuncian los presos en una declaración recogida por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara).
Según CEAS-Sáhara, el preso padece una hipertensión continua de 26/13 y fuertes dolores en las rodillas “causadas por las torturas recibidas durante los interrogatorios”.
CEAS-Sáhara denuncia además “la vejación” de los presos a manos de los responsables de la cárcel Salé 1, donde se encuentran internados todos los condenados por el campamento de protesta saharaui, desalojado a finales de 2010 por las fuerzas de seguridad marroquíes.
El Tribunal Militar de Rabat condenó en febrero de 2012 a nueve imputados a cadena perpetua -uno de ellos prófugo-, a cuatro a 30 años de prisión, a ocho a 25 años de encarcelamiento y a dos a 20 años. Otros dos procesados fueron condenados a un periodo de cárcel equivalente a lo que llevan en prisión preventiva, es decir, poco más de dos años, por lo que están en libertad.
Los imputados estaban acusados de delitos como integración en banda criminal, violencia contra las fuerzas del orden con resultado de muerte, injerencia en la seguridad interna y externa del Estado y mutilación de cadáveres, aunque diversas organizaciones de Derechos Humanos denuncian que las condenas se emitieron sin las pruebas necesarias para incriminar a los acusados.