BOGOTÁ, 7 (EUROPA PRESS)
Juan Manuel Santos tomó posesión de su cargo como presidente de Colombia con un discurso en el que entreabrió la puerta a un posible diálogo con las guerrillas para poner al conflicto interno que vive el país, aunque prometió combatiendo “sin tregua ni cuartel” a la insurgencia.
“No descansaremos hasta que no impere plenamente el estado de derecho en todos y cada uno de los corregimientos de nuestra Patria. Al mismo tiempo quiero reiterar: La puerta del dialogo no está cerrada con llave”, dijo el nuevo mandatario colombiano, según recoge Caracol Radio.
“A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de dialogo y negociación les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia y la contracción de una sociedad mas prospera, equitativa y justa”, afirmó.
El pasado 30 de julio el jefe de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Alfonso Cano, publicó un comunicado en el que emplazaba a Santos a “buscar a través del diálogo y las conversaciones, propuestas políticas de la diplomacia”.
En su discurso de investidura, Santos matizó que este eventual dialogó “seria sobre premisas inalterables como lo son el cese al fuego, al narcotráfico y al secuestro”.
El juramento efectivo tuvo lugar a las 3.42 minutos de la tarde en la Plaza de Bolívar de Bogotá. “Juro ante Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las Leyes de Colombia”, proclamó.
A continuación, Santos tomó juramento a su vicepresidente, Angelino Garzón, quien también juró el cargo “por Dios y por la patria de Colombia”. A continuación, el presidente del Congreso, Armando Benedetti, procedió a ofrecer un discurso para después dar paso a las esperadas palabras de Santos, ya convertido en jefe del Estado.
Las ventanas del Capitolio del Congreso, frente al que jurará Santos su cargo, fueron adornadas con flores y las banderas de los 32 departamentos colombianos. También las flores se colocaron alrededor de la estatua del Libertador Simón Bolívar y fue instalada una gran pantalla para que los invitados puedan ver la ceremonia del nuevo gobernante.
Unas 5.000 personas han sido invitadas al acto, entre ellas el presidente saliente Álvaro Uribe, correligionario de Santos, quien fue su penúltimo ministro de Defensa, en un acto sin precedentes ya que los mandatarios salientes no suelen acudir a estas ceremonias.