NUEVA YORK, 19 (Reuters/EP)
La grabaciones de vídeo y el testimonio de testigos apuntan a que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, abandonó el hotel Sofitel de Nueva York sin dar parte en recepción. Esta versión recabada por los investigadores contradice a la de la defensa, cuyos abogados afirman que su cliente pagó la factura y entregó la llave de su habitación antes de partir.
Aproximadamente a las 12.29 o 12.30 horas (seis horas más en la España peninsular), Strauss-Kahn salió del hotel sin pasar antes por recepción y llamó a un taxi. Los investigadores también creen que la empleada del hotel presuntamente agredida alertó casi de inmediato a otros miembros del personal sobre los actos del sospechoso.
Una fuente conocedora del caso citada por Reuters revela que al parecer la mujer entró en la habitación del dirigente financiero poco después de mediodía.
Los agentes de la investigación tratan de esclarecer por qué los encargados del hotel no llamaron a la Policía hasta que había transcurrido una hora de la marcha de Strauss-Kahn.
La primera llamada al número de emergencias de la Policía fue a las 13.32 horas, siempre según el horario de Nueva York. Los encargados de seguridad solicitaron dar parte de lo que parecía una agresión sexual. Las primeras unidades de Policía apenas tardaron 13 minutos en llegar al hotel, situado en la calle West 44th de Manhattan.
DOS HIPÓTESIS
Los responsables de las pesquisas barajan dos hipótesis sobre este retraso de una hora. La primera opción apunta a que la empleada estaba tan afectada por lo sucedido que sus compañeros se tomaron un tiempo antes de comunicar su versión a la Policía.
La segunda alternativa --que según el informante es la más verosímil para los agentes-- contempla que los responsables del hotel, de propiedad francesa, fueran reacios a dar parte de unos hechos en los que estuviera implicado una figura tan relevante de su país.
CUATRO HORAS HASTA LA DETENCIÓN
También se trata de esclarecer qué hizo Strauss-Kahn en las cuatro horas transcurridas entre su salida del hotel y el momento de su detención, en el avión con el que se disponía a abandonar Nueva York rumbo a París.
Sus abogados insisten en que se citó con su hija para comer cerca del hotel, pero la Policía todavía tiene que verificar íntegramente los movimientos del detenido.
Los investigadores sí creen que, tal y como apunta la defensa, Strauss-Kahn llamara a las 15.30 horas a la recepción, presumiblemente desde el aeropuerto, y les comunicara que se había dejado uno de sus teléfonos móviles.
Los agentes dirigidos al lugar pidieron entonces al personal de Sofitel que le preguntaran dónde estaba y le dijeran que le llevarían el teléfono. En lugar de ello, la Policía de Nueva York acordó retrasar la salida del vuelo con la Autoridad Portuaria para dar tiempo a los detectives a llegar al aeropuerto John F. Kennedy.
Efectivos de la Autoridad Portuaria subieron finalmente al avión de Air France alrededor de las 16.30 y pidieron educadamente a Strauss-Kahn que bajara del aparato. Una vez fuera, los detectives le arrestaron y se lo llevaron en un coche convencional hasta una comisaría del barrio de Harlem, sede de la unidad especializada en agresiones sexuales.