Un nuevo temblor se hizo notar en la ciudad de Mexicali, capital del estado de Baja California, durante la visita realizada este lunes por el presidente de México, Felipe Calderón, a las zonas más afectadas por el seísmo de 7,2 grados en la escala de Richter que sacudió el domingo la región y que dejó al menos dos muertos, centenares de heridos y numerosos daños materiales.
“Parece que la Tierra se está acomodando un poquito”, dijo el mandatario mexicano al producirse el leve temblor. Calderón conversó con los afectados por el terremoto y prometió que su Gobierno prestaría todo el apoyo posible para paliar los efectos de lo ocurrido.
“No depende de nosotros que haya temblores o no, pero sí está en nuestras manos minimizar los efectos”, indicó en declaraciones recogidas por la agencia Notimex. El presidente mexicano anunció que se instalarán refugios para la población afectada y se abrirá un censo para establecer cuáles son las necesidades de cada uno de los habitantes que han visto destruidas total o parcialmente sus viviendas.
Calderón también visitó a los heridos por el terremoto que se encuentran ingresados en el Hospital General de Mexicali. Durante su visita estuvo acompañado por el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, y varios de sus ministros, entre ellos el de Comunicaciones y Transportes, y el de Desarrollo Social, informó el diario El Universal.