BOGOTÁ, 26 (EUROPA PRESS)
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, autorizó este martes al cardenal Darío Castrillón a hablar con los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre un posible acuerdo humanitario que involucre la liberación de todos los secuestrados.
Castrillón dijo a la emisora Caracol Radio que había recibido la autorización de parte de Uribe para continuar con los diálogos que hace un tiempo comenzó cuando estableció algunos contactos con líderes guerrilleros, como el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano.
“Alfonso si tu escuchas esto, un día te lo dije, estábamos en la montaña: He visto que eres un hombre inteligente, estudiaste, hiciste universidad, confió en que tu inteligencia te puedes llevar a actos inteligentes”, expresó.
Hace unos días Cano envió un comunicado a la senadora colombiana Piedad Córdoba en el que reiteraba su disposición de negociar un canje humanitario de rehenes por guerrilleros presos en las cárceles, propuesta que ha sido insistentemente rechazada por el Gobierno de Uribe.
El cardenal, no obstante, cree que todavía hay tiempo para lograr una solución y evitar más víctimas. “Confío en estos momentos te lo digo, en que también tu (Alfonso Cano) has sido bautizado, el espíritu de Jesucristo puede poner en tu corazón luces para entender que ese no es un camino para obtener beneficios”, dijo.
El Gobierno colombiano ha dado este martes luz verde al Comité Internacional de la Cruz y a la Iglesia Católica para que adelanten las gestiones necesarias para la liberación del cabo Pablo Emilio Moncayo y del soldado José Daniel Calvo.
Las FARC anunciaron el pasado 16 de abril su disposición de liberar de forma unilateral a Moncayo, secuestrado en diciembre de 1997, y de entregar los restos de Guevara, fallecido en 2006 tras ocho años de cautiverio. Días después anunciaron la entrega de Calvo quien fue privado de su libertad el pasado 20 de abril.
De llevarse con éxito la liberación de estos rehenes se reduciría entonces a 22 la lista de policías y soldados en poder de la guerrilla. Todos ellos forman parte del grupo de los secuestrados 'canjeables' que las FARC quieren intercambiar por los rebeldes presos.