La lava de una de las lenguas que se ha descolgado de la colada situada más al norte del volcán ha llegado ya a la zona urbana del barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, a primeras horas de este miércoles.
Esta colada ha afectado a una estación de servicio cuyos depósitos ya habían sido vaciados semanas atrás de combustible y, más recientemente, de agua y se dirige hacia una empresa de empaquetado de plátanos.
Otra colada más al norte de esta enfila el colegio de La Laguna y, de seguir su trayectoria actual, podría alcanzar la plaza de la iglesia, centro neurálgico del barrio, que fue desalojado completamente la semana pasada.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ya avisó este martes de que en cuestión de horas se sabría qué rumbo toman estas coladas, y en función de ello, habrá “mayores o menores destrozos”.
La otra colada que más preocupa en estos momentos es la que se dirige hacia el mar, cuya llegada obligaría a confinar a todo el municipio de Tazacorte.
Por ahora, los vecinos de San Borondón, La Condesa, Marina Alta, Marina Baja y del núcleo de Tazacorte volverán a ser confinados tan pronto como esa colada, que discurre al sur de la Montaña de La Laguna, alcance la costa de la que actualmente la separan apenas cien metros.