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Eric Clapton 'Slowhand'. La noche en que maldije al tiempo

Would you know my name

if I saw you in heaven?

Would it be the same

if I saw you in heaven?

I must be strong and carry on

'Cause I know I don't belong here in heaven...

Would you hold my hand

if I saw you in heaven?

Would you help me stand

if I saw you in heaven?

I'll find my way through night and day

'Cause I know I just can't stay here in heaven...

Time can bring you down, time can bend your knees

Time can break your heart, have you begging please...begging please

Beyond the door there's peace

I'm sure And I know there'll be no more tears in heaven...

Would you know my name

if I saw you in heaven?

Would you be the same

if I saw you in heaven?

I must be strong and carry on

'Cause I know I don't belong here in heaven...

'Cause I know I don't belong here in heaven...

Hay una palabra presente en dos temas de Eric Clapton que puede considerarse la síntesis de su vida. Un vocablo que ya en el lenguaje común tiene una tremenda fuerza expresiva y evocadora. Mucho más, si va asociado a una historia. Y a la Historia. Esa amalgama de tiempos donde siempre ha habitado la voz mientras los seres humanos hemos ido naciendo y muriendo a golpe de generaciones. A golpe de golpes. Tears. Lágrimas, en español. Esa es la palabra. Y las canciones son River of Tears (Río de Lágrimas), compuesta por Clapton y Simon Climie, y Tears in Heaven (Lágrimas en el Cielo) elaborada por el guitarrista británico y Will Jennings. La primera pertenece al album Pilgrim (Peregrino) – el viaje, el paso del tiempo, el vagar, la vida, la errancia -, la segunda, es la banda sonora de la película Rush – prisa, celeridad, urgencia, furor, impaciencia, rapidez, premura -. Luego se publicaría en el album Unplugged con Clapton paseando su mano, su slowhand, su mano lenta, por el mástil de una maravillosa guitarra acústica Martin. Siempre advertí un indestructible, aunque etéreo, nexo entre las dos canciones y entre los dos trabajos. En River of Tears dice Eric: “Estoy a tres millas del río que me podría quitar de en medio. Y a dos millas de la polvorienta calle en la que hoy te vi. Estoy a cuatro millas de la solitaria habitación, donde esconderé mi cara. Y estoy a una media milla del bar del barrio al que entre para mi desgracia. Señor, ¿Cuánto tiempo tengo que seguir corriendo, siete horas, siete días o siete años? Todo lo que sé es que desde que tú te has ido siento que me estoy ahogando en un río, ahogándome en un río de lágrimas”. Es el Clapton del desamor, el nómada del alcohol y la droga. El bateria chocando las baquetas marca el tempo. El bajo da el placet a la pequeña intro. Suena Eric con la Stratocaster 'Blackie' con mucho sentimiento y sustain … un ligero parón y un corto riff de piano. La voz toma el protagonismo sobre la guitarra arpegiada y el bajista camina con contundencia. Lágrimas … a tres millas del río. La vocación por el adiós definitivo. Una vez dijo el músico: “En los momentos más bajos de mi vida, la razón por la que no me suicidé fue pensar que si estaba muerto no podría beber más. Era lo único por lo que valía la pena existir. Y el único modo de salir fue arrastrarme a la clínica”.

En Tears in Heaven, Clapton comienza con una pregunta: ¿Sabrás mi nombre si te veo en el cielo? Se la hace a su hijo Connor, quién nueve meses antes de que el bluesman escribiera el tema, se había precipitado accidentalmente al vacío desde la planta 53 de un rascacielos neoyorquino. El pequeño tenía 4 años. Al día siguiente de la tragedia, Eric tuvo que ir al tanatorio para reconocer el cadáver de su hijo. En sus memorias escribe: “Fuera cual fuese el daño que hubiera sufrido en la caída, para cuando yo lo vi habían devuelto cierta normalidad a su cuerpo. Mientras miraba esa hermosa cara en reposo recuerdo que pensé: éste no es mi hijo, se parece un poco a él, pero él se ha ido”. Desgarro, herida, crujido, desolación, infierno. Fue probablemente el instinto de supervivencia el que hizo que las guitarras se convirtieran en elementos terapéuticos y curativos. Y el músico continuó vivo.

Lágrimas para llorar

Slowhand. Una noche hace pocos días, leía la prensa y me encontré con la fatal noticia. Fue esa noche, como otras tantas veces, en la que maldije al tiempo que, de manera inexorable, se lo lleva todo. Como un cruel viento que jamás vuelve la vista atrás. Aquel que había sido llamado Dios, aquel que había llenado muros en Londres y Nueva York con la frase “Clapton es Dios”. Aquel hombre que siempre había tenido como enamoradizo y sensible iba a tener que abandonar la guitarra. El guitarrista blanco de blues más famoso de la historia “padece neuropatía periférica, enfermedad que compromete específicamente las piernas y manos, por lo que es complejo que utilice la guitarra, ya que se experimentan sensaciones similares a descargas eléctricas”, señalaba una noticia firmada por la redacción de El País. El médico Mario Germán Ospina explica que “esta enfermedad es una patología en los nervios a nivel periférico, que afecta generalmente a las extremidades. Tiene gran incidencia en la calidad de vida. Más que ser mortal, es una enfermedad incómoda porque los pacientes padecen dolores de difícil manejo que los medicamentos comunes no alivian”. Esta patología “también puede ocasionar pérdida de sensibilidad, los pacientes pueden presentar lesiones aún sin darse cuenta, lo que produce procesos infecciosos que pueden desencadenar amputaciones”, agrega el médico. Entre los síntomas que sufre quien es llamado ‘Dios de la guitarra’ están: cosquilleo en las manos y en los pies, sensación de tener puestos guantes o calcetines apretados, repentinos dolores agudos, insensibilidad en los dedos y debilidad en las extremidades. En 2013, Clapton tuvo que cancelar varios compromisos debido a fuertes dolores de espalda. Los porqués pueden ser muy amplios: traumas, caídas, predisposición genética, obesidad, diabetes, inactividad y debido a las sustancias tóxicas y los excesos, que fueron muchos durante una larga época de su vida. El mismo afirma que “con todo derecho tuve que haber estirado la pata hace mucho tiempo”.

¿Hasta dónde pueden llegar los dioses?

Nadie ha sabido nunca hasta dónde pueden llegar los dioses. Eric Clapton acaba de terminar un albúm grabado con los Rolling Stones, grandes amantes también de excesos durante mucho tiempo, y tal vez logre la fuerza de un Zeus sereno – tiene 72 años – capaz de mutar en Ave Fénix y resurgir de sus cenizas. Nadie lo sabe. El artista que emprendió una decidida batalla contra las drogas que finalizó con éxito en 1998, tras haberlo intentado desde 1987 en diferentes centros de desintoxicación de medio mundo, tratado con distintas terapias que no dieron resultado - incluso, ha confesado públicamente que, hasta que llegó a la treintena, no mantuvo relaciones sexuales estando sobrio o sin haber consumido drogas - ahora ha comentado que debe “encontrar la forma de lidiar con algunas otras cosas propias del envejecimiento”. Como otros tantos – Charlie Parker, Ray Charles, Keith Richards, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Whitney Houston, Amy Winehouse, Michael Jackson, Elvis Presley, Brian Jones, Sid Vicious, Cliff Burton, Kurt Cobain, Chet Baker, Billie Holliday … - cruzó su florete con la Parca en repetidas ocasiones. Algunos lograron sobrevivir y murieron en la escena. Richards, milagrosamente, aún respira y toca. La mayoría cayó bajo la sobredosis. Aunque la canción la compuso JJ Cale – Cocaine - Eric Clapton fue quién la catapultó a la fama. En ella, dice: “Si quieres quedarte un rato, has de tener cocaína; si quieres deprimirte hasta caer al suelo, cocaína. Ella no miente. Si tienes malas noticias, quizá te agrade deshacerte en la tristeza. Cocaína. Cuando el día se acaba y tienes ganas de escapar, cocaína”. De momento, sigue vivo y lejos del polvo blanco y los comas etílicos.

Epílogo:

“Soy y siempre seré un guitarrista de Blues” (Eric Clapton)

Discografía completa de Eric Clapton

  • 1973 - Rainbow Concert
  • 1974 - 461 Ocean Boulevard
  • 1975 - E.C. Was Here
  • 1975 - There's One In Every Crowd
  • 1976 - No Reason to Cry
  • 1977 - Slowhand
  • 1978 - Backless
  • 1980 - Just One Night
  • 1981 - Another Ticket
  • 1982 - Time Pieces Vol. I - Best Of Eric Clapton
  • 1983 - Money And Cigarettes
  • 1983 - Time Pieces Vol. 2: Live In The 70s
  • 1985 - Behind the Sun
  • 1986 - August
  • 1987 - The Cream of Clapton
  • 1988 - After Midnight: Live
  • 1989 - Journeyman
  • 1991 - Rush
  • 1992 - Unplugged
  • 1994 - From The Cradle
  • 1994 - Strictly the Blues
  • 1998 - Pilgrim
  • 1999 - Blues
  • 1999 - Blues Power
  • 2000 - Clapton Chronicles - The Best of Eric Clapton
  • 2001 - Reptile
  • 2002 - One More Car, One More Rider
  • 2003 - Ballads
  • 2004 - Me and Mr. Johnson
  • 2005 - Back Home
  • 2006 - The Road to Escondido
  • 2007 - Complete Clapton
  • 2010 – Clapton

Would you know my name