En los últimos años (e incluso décadas) se han estrenado numerosas producciones que se clasificaron como “ciencia-ficción”, si bien la mayor parte de ellas se correspondían más con lo segundo que con lo primero, y otras incluso ni eso... Menos mal que algo ha cambiado.
Sinopsis: La Tierra está avocada a su destrucción, y la raza humana a la extinción. Por ello, la NASA no cesa en sus intentos de encontrar otro planeta en el que poder continuar con la vida de nuestra especie, sea como sea, y esté donde esté. Pero el viaje de búsqueda probablemente sea sólo de ida. ¿Algún voluntario para encontrarlo y valiente para salvarnos?
Inspirado en el trabajo del físico teórico Kip Thorne, los hermanos Jonathan y Christopher Nolan (Origen, El truco final - El prestigio) son los escritores de esta espectacular historia en la que cabe destacar el gran trabajo de unión entre ciencia y ficción, en la que el cerebro se activa ante las hipótesis y paradigmas técnicos que centran el eje del film.
Christopher Nolan (Memento, Batman Begins...), además, es el director de la misma, al que cabe felicitar por la verosimilitud y realismo con que trata ciertos aspectos técnicos y visuales de la misión, así como consigue la credibilidad de los actores que la protagonizan.
Por supuesto, esto no sería así sin la estrecha colaboración con su director de fotografía, Hoyte Van Hoytema (Déjame entrar, El topo, The fighter), cuya esencia radica en buena parte en el gran trabajo que es capaz de hacer con la oscuridad (y, por tanto, con la luz).
Respecto al elenco, éste se encuentra encabezado por Matthew McConaughey (Dallas buyers club, El lobo de Wall Street...), actor que en los últimos tiempos nos sorprende con una mayor capacidad expresiva e interpretativa en sus papeles, dejando de ser una “cara bonita” para asumir papeles acordes a su edad y que requieren de un trabajo mayor.
Junto a él Anne Hathaway (Los miserables, Amor y otras drogas), también muy bien en su papel, creíble, pero con la misma expresividad que en sus últimas películas, resultando en ocasiones un tanto anodina y poco sorprendente, y pareciendo que su maduración interpretativa se hubiera estancado; y Jessica Chastain (La hora más oscura, El árbol de la vida), a quien se le aprecia cierta mejora expresiva, aunque también un poco estancada en cierto tipo de personajes.
Y junto a ellos, un reparto variado (tanto en calidades interpretativas como en fama y edad), en el que encontramos a grandes de la interpretación como Michael Caine, John Lithgow o Cassey Affleck, con mayor o menos fortuna en su interpretación, o a menos conocidos como la joven Mackenzie Foy (Expediente Warren), que da una lección en convencimiento expresivo a más de uno...
La música corre de las manos de Hans Zimmer (Origen, Gladiator, Sherlock Holmes, etc.), a quien por fin vemos crear de nuevo, acompañando a la película con una partitura que comparte el equilibrio ideal con la historia: entre lo inquietante y lo intrigante, el misterio, el “ritmo del espacio” y las sensaciones humanas tanto en la nada como en la Tierra. Espectacular, sencillamente.
Y llegados a este punto no quisiera finalizar sin hacer una meritoria mención al departamento de sonido de la película, que cuidan cada detalle del mismo, pero especialmente del silencio.
Sin duda, una película que pasará a los anales de la historia cinematográfica de la ciencia-ficción, junto con otra grande a la que claramente homenajea: “2001, una odisea en el espacio”. Suficiente para no encontrar un motivo para no recomendarla...