El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo ha firmado un decreto por medio del cual la Institución insular se adhiere al proyecto de Naciones Unidas denominado Desarrollo Ciudades Resilientes, promovido por la Universidad de La Laguna (ULL), la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife. El término “resiliente” se aplica a las ciudades que han tomado medidas para la adaptación, recuperación y fortalecimiento ante las catástrofes.
En el transcurso de unas jornadas que se están celebrando entre hoy y mañana en Tenerife está prevista la firma de una declaración de compromiso del proyecto. El Cabildo ya aprobó el texto en Comisión y tras ratificarlo el presidente por Decreto ahora se informará del mismo al pleno que se celebra el viernes. En el texto se apunta que el desarrollo experimentado por Canarias, el aumento de su población y la expansión urbana han incrementado, la exposición frente a diversas amenazas como los fuertes vientos, inundaciones, temporales marinos, olas de calor, incendios forestales y desprendimientos. “Fenómenos sobre los que además incide especialmente el calentamiento global”.
Aunque en Canarias el buen tiempo es el reclamo de más de diez millones de turistas al año, existen otros factores como la lejanía, los recursos limitados, su abrupta geografía, condición volcánica o manifestaciones extremas que la hacen vulnerable a los fenómenos naturales. Pese a que a la hora de tomar medidas frente a estas catástrofes los ayuntamientos juegan un papel fundamental, se considera básico que todas las administraciones trabajen juntas y en la misma línea con el fin de reducir desastres y lograr territorios insulares seguros y resilientes.
En los últimos años se ha avanzado en la creación de mancomunidades, elaboración de planes de emergencias municipales e insulares, foros sobre gestión de desastres, encuentros periódicos con policías locales, seminarios sobre seguridad y unión de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad locales, autonómicas y estatales para garantizar la seguridad de los vecinos y visitantes.
Una herramienta fundamental son los planes de emergencia que permiten evaluar y reducir los riesgos. En el caso de los cabildos se les atribuye un papel básico a la hora de adaptarse al calentamiento global, apoyar el desarrollo sostenible local y proteger el turismo como sector que contribuye a sus economías. Igualmente, se resalta el protagonismo de las instituciones insulares a la hora de mejorar la calidad de vida de los habitantes, particularmente de las personas más desfavorecidas, sobretodo las mujeres, niños, mayores y otros colectivos de especial vulnerabilidad que están más expuestos a estas amenazas.
Todas las administraciones involucradas como son ayuntamientos, cabildos y gobierno deberán trabajar “en constante colaboración” en los dos ejes fundamentales de la Protección Civil: la prevención y la planificación. En estos momentos son ya más de 1.750 los gobiernos locales de todo el mundo que se han comprometido a suscribir los diez puntos esenciales de las ciudades resilientes. En ese mismo sentido se pronuncia ahora el Cabildo de La Gomera al comprometerse a participar en la campaña para lo cual asume el establecimiento de una organización y coordinación para reducir el riesgo de desastres, asignar para ello un presupuesto, mantener información actualizada sobre amenazas e invertir en infraestructuras.
Igualmente se apuesta por evaluar la seguridad de todas las escuelas, centros de salud y modernizarlos, cumplir con los reglamentos de construcción e identificar los terrenos seguros. A través de este compromiso el Cabildo también asume que debe velar por reducir los desastres en la Isla y vincular y divulgar estos principios. Se plantea la necesidad de avanzar en la minimización de catástrofes, intercambiar experiencias, trabajar con la sociedad civil y el sector privado en la búsqueda de financiación, promover disponibilidad de recursos y acciones destinadas al desarrollo de islas resilientes.
“Como conclusión, nuestras sociedades deben hacer frente a las consecuencias de su desarrollo, sin dejar de ver el riesgo y las vulnerabilidades que están aumentando debido a la aparición de nuevos fenómenos como el calentamiento global y también como contrapartida a las ventajas innegables de la globalización”. En definitiva se trata de hacer un llamamiento para aumentar el nivel de compromiso en la reducción de los efectos de los desastres, continuar reforzando el liderazgo de los gobiernos locales y contemplar a las islas como un territorio singular y resaltar su carácter de región ultraperiférica.