El cono principal del volcán de La Palma se ha derrumbado parcialmente y ha cambiado su morfología en las últimas horas. Este era un escenario que habían previsto los científicos, que aclaran que se trata de un proceso normal porque toda la “montaña” que ha creado el nuevo volcán es material no consolidado, como piroclastos o lava que se ha enfriado. “El material está muy roto y el cono está en continuo movimiento”, ha resumido Itahiza Domínguez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), a la televisión canaria.
La directora del Observatorio Geofísico Central del IGN, Carmen López, advirtió esta tarde que el cono del volcán contaba con un campo fumarólico por el flanco noroeste, esto es, un área del volcán que solo emite gases, que podría desestabilizar la parte superior del cono, “que cambia de forma reiterada por los procesos de reconfiguración”.
Ahora que la morfología ha cambiado y el cono se ha derrumbado parcialmente, la lava está saliendo mucho más fluida que antes. Según ha apuntado Domínguez, parece que esta nueva colada se va a unir con las anteriores. “El último cálculo hablaba de 80 millones de metros cúbicos -de lava expulsada en total-. Se requiere hacer vuelos en determinadas áreas para actualizar ese dato”, ha agregado.
A continuación, el sismólogo ha explicado que los terremotos detectados en las últimas horas en el municipio de Fuencaliente “están relacionados con las tuberías desde donde sale el magma de las profundidades. ”Es sismicidad dispersa y es un reajuste del sistema a todos los cambios que se están produciendo. Después del parón de actividad, descubrimos que el magma empezó a salir de mayor profundidad cuando fueron las coladas más fluidas“.