Con tan solo tres años se inició en el mundo de la música y a los 13 se le presentó la primera oportunidad “un poco más profesional”. El artista Fran Ramos, natural de Santa Cruz de La Palma, acaba de editar su primer trabajo discográfico, Conciertosentido, que tiene fines benéficos. “Tuve un gran ejemplo en mi vida, a mi madre, una persona que tal vez pasándolo mal siempre tenía la imperiosa necesidad de ayudar a los demás, y este disco pretende honrar su memoria y lo que me enseñó”, ha asegurado en una entrevista con La Palma Ahora. “También es muy grata la sensación de sentirte satisfecho al poder aportar ese pequeño grano de arena para ayudar a alguien que lo necesite, porque yo soy un poco de la filosofía de si puedes ayudar a alguien ¿por qué no hacerlo?”, dice.
Este artista ha estado vinculado a diversas formaciones musicales como Los Viejos de La Palma, el grupo Plata’s o la Rondalla Las Nieves. En la actualidad, canta en solitario y con su grupo Zona Cero. Abarca varios estilos, desde el pop-rock a la salsa, pasando por el merengue, la cumbia y el son, aunque asegura que “con el que más me identifico es con el que refleja mi disco, baladas, boleros, canciones más sentimentales, más sentidas”.
Conciertosentido es su primer proyecto discográfico pero “no será el último porque, de hecho, ya tengo un segundo trabajo rondando en mi cabeza”, afirma. “Conciertosentido supone para mí haber llegado a la cima de una larga subida, es una ilusión, un sueño que ahora por fin palpo, un proyecto que tenía en mente y que después de mucho tiempo, caídas y tropiezos, vuelve a coger impulso”, detalla. Este disco para Fran Ramos también es “dedicación y un duro pero grato trabajo de dos años que puedo compartir, como siempre digo, con mi gente y eso para mí es todo, es un cúmulo de emociones y sensaciones que hasta ahora están siendo muy positivas, aunque he de reconocer que además de halagado y querido, me he sentido algo abrumado”.
Sobre el título del disco, Conciertosentido, explica que “es un juego de palabras, basado un poco en mis necesidades y sentimientos del momento en el que me planteé todo esto y decidí darle forma; fueron, son y espero que sigan siendo una serie de conciertos benéficos que en cierta manera dieron sentido a lo que yo era como cantante, y que en un determinado momento había dejado un poco apartado, como ya he comentado en anteriores ocasiones; son temas con mucho sentimiento, temas que marcaron mi vida tanto personal como musical, de ahí también el nombre, porque así es como lo siento. En resumen, son conciertos que dan sentido a mi música y también es como lo siento”.
Por un lado, Fran Ramos percibe que “a los músicos se nos quiere y se nos apoya, pero hablo de la gente, esa gente que te escucha, que comparte tus temas, que te demuestra respeto, que te brinda su ayuda, que te arropa, que siempre pregunta: ‘¿Oye, Fran, dónde y cuándo es el próximo concierto?’, y allí están, eso no tiene precio y es lo que realmente nos mueve y nos anima a seguir”. “Por desgracia, tenemos otro lado no tan bonito, hablando en términos generales; he recibido el apoyo de compañeros de profesión, pero hay por ahí dos o tres que intentan desprestigiarte, sacan bulos y comentarios que todavía no entiendo y sinceramente no quiero entender: que si canto en playback, que si no estoy dentro de la legalidad, que si hacer lo que yo hago es muy fácil; al principio molesta bastante, sobre todo porque han llegado a intentar que no actúe en ocasiones con actos tan feos como negarse a dejar que toque con el mismo sonido que ellos, cuando fue pactado en el contrato, o intentar manipular algún que otro cable durante mis actuaciones; como suelo decir, yo respeto el trabajo de todo el mundo, se dedique a lo que se dedique, porque pienso que no se debe jugar con los garbanzos de nadie, pero entiendo que todos no pensamos igual”, dice.
Pero, para este artista, “lo más crítico es la falta de apoyo e interés por la cultura en general en La Palma, y de la música en particular, porque salvo unos pocos políticos de esta isla que siempre están dispuestos a apostar por nosotros, los artistas palmeros la verdad es que no contamos con el apoyo de nadie”. “No pretendo que mi disco guste a los políticos, ni que lo compren, pero ¿cuántas veces al año un cantante palmero presenta un trabajo discográfico? Hubiera estado bien que al menos algún representante de los ayuntamientos o del Cabildo hubiera mostrado interés, hubiera estado bien que se acercara a la presentación aunque solo fuera por quedar bien en la foto y colgarse la medalla de apoyo a la música local, pero no fue así”, se queja. “Dejando al margen a algunos ayuntamientos, y con la verdad por delante, creo que no hay apoyo para aquellos que no tenemos un apellido, o no pertenecemos a ciertos grupos de La Palma, que solo tienen que mantener un nombre, quizá para ellos sí hay cierto apoyo, y por decirlo de alguna manera, ciertos premios”.
En mi opinión, añade, “es lamentable que nuestros representantes, que son elegidos por nosotros, en realidad no nos representen”. “Puedo hablar del desprecio que siente uno cuando esos, nuestros representantes, que tienen el cargo de concejal de Fiesta o Cultura, no se molestan en conocer lo que ofrecemos; me explico: invertí tiempo y dinero en preparar un dossier con una maqueta de mi grupo para promocionarnos, para que en los ayuntamientos conocieran nuestro trabajo, y no puedes ni imaginar lo que se siente cuando cierto tiempo después esos mismos que luchan por lo nuestro te miran a la cara y te dicen cosas como: ‘No lo he leído, no se dónde está’, o incluso te proponen: ”Oye, Fran, ¿por qué no haces una maqueta para escucharte y ver cómo suena tu grupo?’, a lo que yo respondo: “Oye, ¿y por qué no escuchas la que te dejé hace dos meses?”. “Y cuando hay un evento con artistas de fuera, en la pantalla del césped, o en cualquier rotonda, podemos ver carteles anunciándolo, financiados por las instituciones; cuando actúo yo, los carteles me los hago yo mismo, con mucho menos presupuesto, claro está, y los reparto”, subraya.
“No es agradable escuchar o leer que viene tal o cual cantante acompañado de músicos profesionales. ¿Cómo tenemos que interpretar esto? ¿Quizá los músicos palmeros no somos profesionales? ¿Qué tal si se diera la vuelta a la tortilla y los ciudadanos empezáramos a exigir titulaciones en Ciencias Políticas a aquellos que se dedican a la política?”, se pregunta. “No se trata en igualdad de condiciones a los de aquí y a los que vienen, por ejemplo, de Tenerife; ellos cobran por adelantado, nosotros tenemos que esperar no a que termine la actuación, sino durante meses; a los de fuera se les facilita todo, mientras que los de aquí nos hemos visto en la tesitura de ir a armar para una actuación y encontrarnos con que las instituciones no nos faciliten ni siquiera un punto de luz para conectar el sonido. En definitiva, no contamos con ningún tipo de apoyo”, concluye.