Personalmente, considero que esta es una realidad muy grande en nuestro archipiélago, pues a los datos me remito, y es que el sector turístico supone directamente el 35% de nuestra economía, y de forma indirecta todavía más. Esta actividad impulsa 8 de cada 10 empleos, y no solo eso, sino que también ayuda a mantener actividades y necesidades vitales a nuestra sociedad.
De sobra sabemos que turismo no es solo la actividad en un hotel, sino cada detalle que nuestros turistas pueden ver, sentir, tocar, escuchar… es decir, un café en una cafetería en la mañana de domingo, un vendedor de la ONCE en playa de Las Américas, un museólogo, una dependienta de un centro comercial que atiende a personas extranjeras, mercadillos tradicionales de kilómetro cero, y muchas más actividades que directa e indirectamente se ven influidas por el turismo, con empleos permanentes y a su vez temporales.
Está claro que, a mayor número de turistas, mayores ingresos generan nuestras empresas, y si a esto le sumamos que el turismo que llega se trata de un turismo de calidad, esos ingresos serán mayores aún, económicamente hablando. Y esta estabilidad económica a su vez permite que las pymes generen un mayor número de empleados, porque todos sabemos que el dinero genera dinero, siendo este un constante flujo de subidas y bajadas. Por eso, el turismo en Canarias es tan importante, porque de cierta forma es el motor de nuestra economía y debemos cuidarlo, pues miles de familias dependen de ello.
El año 2019 cerró con casi 15 millones de turistas en nuestro archipiélago canario, datos óptimos y muy aceptables para las arcas de nuestra Comunidad Autónoma. Sin embargo, en este año 2020 el mundo ha sido golpeado muy fuertemente con la pandemia mundial de la Covid-19, y esto ha afectado, aparte de a nivel sanitario con tantas muertes, a nivel económico. Por lo que, después de explicar con datos estadísticos lo que supone el turismo en la economía canaria, diremos que nos hemos visto muy afectados. Se podría expresar que nos han puesto “contra las cuerdas”, puesto que la triste verdad es la gran pérdida de empleo de miles de personas que están pasándolo mal, con o sin familias y la gran pérdida de ingresos que esto ha generado, que está generando y que generará, en pymes relacionadas directa e indirectamente con el turismo, entre otras muchas consecuencias que nos ha traído este bicho.
Con este golpe tan fuerte, que de manera tan directa está relacionado con el turismo, ya que se cerraron las fronteras del mundo y no se permitía moverse, menos aún para un viaje de turismo, nos damos cuenta de que sí, efectivamente, en Canarias una gran parte de la población vive directa o indirectamente del turismo y las actividades que este genera.
Ahora es momento de reflexionar, de cuidarnos, de mantenernos fuertes en la resiliencia, y de adaptarnos para juntos poder ir caminando de la mejor manera e ir encontrando mecanismos, alternativas e ideas que nos permitan desarrollar un turismo más fuerte, seguro, sostenible y estable, garantizando así la evolución de nuestra economía. Pues esta es la mejor forma de recuperarnos y levantarnos de un golpe tan duro.
Quizás sea momento para la innovación, la creatividad y la cooperación público-privada.
Christian Pérez Martín. ULL.