El extraño agujero de gusano que nos rodea

0

Vivimos en un mundo extraño. Un mundo donde la lógica y las evidencias son ignoradas con descaro, y donde la mediocridad de las cosas hechas al trancazo, pero con buen marketing, avanza pisoteando al buen hacer, al sentido común y por su puesto al bien común. Pero hoy no vengo a hablar de eso, aunque escriba el artículo precisamente pensando en Trump, su buen marketing y su inexistente interés en algo más que su bolsillo.

Hoy quiero abordar algo que nos afecta a todos, algo que trasciende fronteras y clases sociales, pero fácilmente podría ser trending topic y es, claramente, del todo banal. Hablo, por supuesto, del agujero de gusano en cada lavadora que devora calcetines sin piedad.

Estoy convencida de que conoces el fenómeno. Pones un par de calcetines a lavar y, al recogerlos, uno de ellos ha desaparecido. Desheredado, el calcetín superviviente queda condenado a languidecer en la cesta de la ropa, esperando a que la lavadora escupa a su pareja. Pero nunca lo hace. Entonces surge la gran pregunta: ¿dónde están?

La lógica más básica diría que se han ido por el desagüe. Pero si ese fuera el caso, nuestros mares deberían estar llenos de calcetines. Y como sabemos que no lo están (están llenos de plástico, que es tema para otro día), debemos considerar otras posibilidades. ¿Se acumulan en algún rincón oculto de la lavadora? ¿Son devorados por una dimensión paralela? ¿Hay un duende que colecciona calcetines como trofeos?

Yo, por mi parte, estoy empezando a creer que existe un universo alternativo lleno de calcetines desparejados, flotando en algún tipo de limbo textil. En mi caso, hago un llamado especial: devuélvanme el calcetín de dinosaurios que era el favorito de mi sobrino. Es injusto, maldito agujero de gusano.

Y sí, claro, podríamos hablar de soluciones. Bolsas para ropa, revisar la lavadora con lupa, tal vez incluso ponerle una vela al duende. Pero seamos honestos: la batalla está perdida. Los calcetines seguirán desapareciendo. Quizá porque no se trata solo de ellos.

Quizá este agujero de gusano es un reflejo de lo que nos está pasando. De cómo dejamos que las cosas desaparezcan sin cuestionarlas. De cómo aceptamos lo absurdo y seguimos adelante. O quizá simplemente es un recordatorio de que, a veces, el universo tiene un sentido del humor un poco retorcido.

Sea como sea, si te encuentras con un calcetín de dinosaurios por ahí, ya sabes dónde enviarlo.

Etiquetas
He visto un error
stats