Gracias, 300

Santa Cruz de La Palma vivía este pasado fin de semana las jornadas del I Congreso Internacional de la Bajada de la Virgen, una cita académica y lúdica que me atrevo a decir que ha marcado un hito, ya que por primera vez, en sus más de tres siglos de historia, es la propia fiesta quien nos ha invitado a reflexionar sobre sí misma de manera sistemática y rigurosa.

Alrededor de 300 personas, en su mayor parte ciudadanos anónimos, en ocasiones agrupadas en torno a movimientos como el Foro Cívico, se han movilizado de forma desinteresada para sacar adelante este Congreso. Las sesiones académicas han tenido su traslación en la calle con actos como el festival de folclore antiguo, el desfile Proclama de las Danzas, la decoración barroca de calles y plazas y varias exposiciones.

Una vez más, el pueblo se vuelca con su fiesta, aun cuando todavía restan tres años para la próxima cita lustral, en el entendimiento de que analizar el pasado y presente de la Bajada es la mejor manera de preparar las próximas ediciones. De nuevo se demuestra que el gran valor de esta fiesta es su gente. Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma no podemos sino dar las gracias a esas 300 personas por este altísimo nivel de implicación popular.

Inevitablemente me gustaría personificar ese agradecimiento en la persona del cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, Manuel Poggio Capote, verdadero alma mater, instigador, inspirador y movilizador de este Congreso. Para nuestra fortuna, Manuel Poggio no solo entiende su papel de cronista como recuperador de hitos del pasado, sino que trabaja por y para la ciudad del futuro.

Gracias también a los cerca de cuarenta profesores e investigadores cuyas aportaciones contribuyen al mejor conocimiento de nuestra fiesta, que reúne uno de los patrimonios culturales más ricos de Canarias, y a situarla en su contexto nacional. Y gracias a las entidades, públicas y privadas, que han contribuido de alguna forma a hacer posible esta iniciativa.

Este primer Congreso de la Bajada ha puesto las bases para un espacio de reflexión y análisis que debe tener su continuidad. Mediante el estudio del origen fundacional de las fiestas, su evolución y sus características actuales, nos resultará mucho más sencillo encarar los retos que nos presenta la Bajada del siglo XXI, con la mirada puesta ya en el año 2020.

Santa Cruz de La Palma vivía este pasado fin de semana las jornadas del I Congreso Internacional de la Bajada de la Virgen, una cita académica y lúdica que me atrevo a decir que ha marcado un hito, ya que por primera vez, en sus más de tres siglos de historia, es la propia fiesta quien nos ha invitado a reflexionar sobre sí misma de manera sistemática y rigurosa.

Alrededor de 300 personas, en su mayor parte ciudadanos anónimos, en ocasiones agrupadas en torno a movimientos como el Foro Cívico, se han movilizado de forma desinteresada para sacar adelante este Congreso. Las sesiones académicas han tenido su traslación en la calle con actos como el festival de folclore antiguo, el desfile Proclama de las Danzas, la decoración barroca de calles y plazas y varias exposiciones.