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Opinión - Lección de dignidad. Por Esther Palomera

Una sociedad que no avanza

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Los actos vandálicos están siendo cada vez más frecuentes y la seguridad en nuestra isla se ha potenciado pero siguen ocurriendo cosas que nos encogen el corazón.

Intuyo la razón, pero, lo que tengo claro es que es intolerable. Habría que hacer un análisis amplio para determinar por qué en pleno siglo XXI siguen ocurriendo estas cosas. Uno podría pensar desde la inocencia que puede ser un hecho aislado perpetrado por cuatro chavales que se han puesto a pintorrear una señal que recuerda que Los Llanos de Aridane como el resto de los municipios de la isla defienden la igualdad y condenan la violencia de género. Este símbolo ha sido vandalizado con el dibujo de la bandera española sobre este cartel. Claramente, es una iniciativa retrógrada que desde mi punto de vista pretende ningunear los derechos de la mujer. Me atrevo a elucubrar que el objetivo de estos “artistas” es que la mujer vuelva al estatus que sufría hace cuarenta o cincuenta años. Vamos, una ola reaccionaria machista que siente que el feminismo amenaza su supremacía masculina.

Desde hace años se han venido celebrando movimientos progresistas que ambicionan que haya una sociedad más justa, empática, diversa y equitativa donde prime la cultura del respeto pero parece que hay una resistencia que impide estos cambios. Tanto el 8M como el 25N o el más reciente día del orgullo son ninguneados y satirizados por una parte de la sociedad que no ha avanzado y que quiere que retrocedamos. Este vandalismo lo que pretende es burlarse de todo el trabajo que se viene realizando y también de todas esas leyes y propuestas que pretenden convertirnos en una sociedad más igualitaria.

Podría ser cualquiera, pero me inclino a pensar que detrás de una bandera española hay un fanatismo y una ideología muy marcada que pretende acabar con todos los logros y derechos de la mujer. Una ola reaccionaria que pretende devolver a nuestro país a épocas pretéritas que todas quisiéramos olvidar.

Como ciudadana comprometida me veo en la obligación de pedir que estos casos no se pasen por alto, que se vigilen y que se penalicen. Ningún tipo de vandalismo es bueno, pero en este caso, están atentando contra los derechos de la mujer, y como ciudad, esta señal de compromiso contra la violencia de género debe ser la única “bandera” que nos represente.

Tenemos que terminar con los bandos. La bandera española y la idea de patria debería resignificarse para que incluya a toda la sociedad y no solo a unos pocos que encima la utilizan como un arma arrojadiza para atacar al otro bando más progresista de la sociedad.

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