La colada de lava que emerge de la erupción volcánica de La Palma “es probable” que llegue a la costa, de la que se encuentra a unos 800 o 1.000 metros en línea recta, pero no hay seguridad al respecto, dado que se ha producido una ralentización en la velocidad del material magmático, que bordea la montaña de Todoque.
El director técnico del Plan de Prevención de Riesgos Volcánico, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado en rueda de prensa, junto con la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, que la colada que este domingo bajaba con rapidez por el norte del cono eruptivo y que avanzó sobre Todoque se ha dividido en dos “dedos”.
Uno de esos dedos se ha encontrado con una pendiente y es previsible que acabe uniéndose al otro, que se mueve hacia el sur de la montaña de Todoque.
“La colada está muy frenada”, ha dicho Morcuende, quien ha precisado que a pesar de ello, continúa el confinamiento de los cuatro núcleos poblacionales de Tazacorte más cercanos al lugar donde previsiblemente la lava caiga al mar, en previsión de alguna eventual emanación de ácido clorhídrico que en todo caso supondría afecciones leves dada la distancia de más de 3,5 kilómetros a que están las casas más próximas.
El director técnico del Pevolca ha asegurado que el comportamiento del volcán sigue siendo el de un tipo fisural estromboliano, con continuidades y descontinuidades en su actividad.
Prohibiciones para navegar en la zona
La Dirección General de la Marina Mercante ha modificado la zona de prohibición a la navegación una milla más al norte. Salvamento Marítimo prohíbe además el paso a cualquier barco a una distancia de dos millas de la costa, mientras que los efectivos de seguridad y emergencias en tierra mantienen un radio de exclusión de 2 kilómetros.
El comité científico del Plan Especial de Protección frente a Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) recomendó establecer dichos perímetros porque “en el momento en el que las coladas de lava alcancen la costa, la interacción con el océano puede generar explosiones, emanaciones de gases y desprendimiento del frente de lava”. Asimismo, en la madrugada se ordenó el confinamiento de cuatro barrios de Tazacorte: San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa, ante la inminente llegada de la lava al mar.
El alcalde de esta localidad palmera, Juan Miguel Rodríguez, ha declarado en Televisión Canaria que es “difícil de prever la hora en que llegue al mar” y ha comunicado que, de llegar, varios barrios se quedarían totalmente aislados. “A los vecinos les pido paciencia y a los que están en confinamiento, que tomen las medidas de seguridad oportunas”.
El Pevolca insiste en no aproximarse a las coladas por el riesgo de exponerse a los gases emitidos, ante el riesgo de posibles desprendimientos y las altas temperaturas; además remarca la importancia de reforzar la información a la población para que tome medidas de autoprotección ante el peligro que supone la emisión de cenizas por los centros eruptivos.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha asegurado este lunes que la previsión es que la lava llegue de forma “inminente” a la costa de la isla después de que en la tarde del domingo sobrepasara el núcleo del barrio de Todoque.
Torres ha indicado que actualmente se encuentra en contacto con los servicios de seguridad, apuntando que hay drones que ya están en funcionamiento para observar el trayecto de la lava, agregando que si la misma “no se frena, lo previsible es que acabe en el mar” como las ocurridas en la isla de La Palma hasta el momento.
“La previsión es que pueda llegar al mar y que sea pronto. Un momento también difícil pero está claro que lo que tenemos que intentar es que cuanto antes sepamos que esta lava tiene un circuito, una manera de llegar”, apostilló en declaraciones a la Cadena Ser.
Añadió que aún se está en un momento de “máxima preocupación”, en el que hay que “extremar las precauciones”. En este sentido, ha explicado que en La Palma hay personas confinadas porque la llegada de la lava al mar produce una nube con gases que “puede ser peligrosa”, siendo uno de los momentos que hay que seguir con “muchísimo cuidado”.
El presidente de Canarias ha admitido que esta situación es lo “más duro” que ha vivido en lo que lleva de Presidencia en el Gobierno de Canarias porque, ha reconocido, que estar en la isla de La Palma, pisar suelo que “va a ser devorado”, miras alrededor y ves que “aquello desaparecerá”, ha admitido que “no te puedes colocar en su lugar, esto es dramático porque han puesto ahí su sueño, las casas que han heredado de sus padres, han puesto su sudor, sus recursos, su alma” y a pesar de ello los vecinos quieren “quedarse ahí” porque se sienten de un lugar. “No puedes consolarlo, no tienen consuelo”, apuntilló.
La semana pasada, el Gobierno de Canarias preveía que la lava llegara a la costa durante la noche, al avanzar a una velocidad de unos 700 metros por hora. Pero al avanzar por el municipio de los Llanos de Aridane se encontró con obstáculos que frenaron su avance hasta los 120 metros por hora, según explicó el pasado martes el director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Miguel Ángel Morcuende, quien rehusó fijar una fecha concreta para concretar la llegada de la lava al mar.
Desde que entrara en erupción el pasado domingo, el material emanado del volcán ha cubierto 240 hectáreas, según los últimos datos de CopernicusEMS, y ha arrasado más de 390 viviendas, además de superficie agrícola, infraestructuras hidráulicas, carreteras o postes de luz.
Los bomberos Consorcio de Emergencias de Gran Canaria que se han desplazado a La Palma para ayudar frente a la erupción intentaron desde la pasada noche una operación desesperada: canalizar una tremenda colada de lava hacia un barranco para salvar viviendas de Todoque. Pero no fue suficiente. Este domingo la colada de lava arrasó la emblemática iglesia del pueblo y varias viviendas.