La monitorización de las coladas del volcán de La Palma continúan y, como cada jornada, el escenario presenta ligeros cambios. Los expertos han puesto especial atención a las que están más al sur de la montaña de La Laguna. Rubén Fernández, que ha retomado este viernes la dirección técnica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), ha dicho en una rueda de prensa tras su reunión con el comité científico que la previsión es que estas dos lenguas de lava terminen confluyendo y lleguen al mar.
Asimismo, llama la atención un dedo que se ha separado de una de estas coladas, la que se encuentra más al norte, y que ha tomado dirección noroeste hacia La Laguna. Barajando la orografía del entorno, Fernández ha explicado que este ramal tenga una tendencia a ir pegado “a la cara norte de la montaña de La Laguna” y que frene su paso hacia el noroeste. Esto, “sería lo ideal para que la lava no afectara a la zona del término” de este barrio, ha reconocido.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha apuntado que a diferencia de días anteriores, cuando consideraban que el resto de coladas estaban “prácticamente detenidas”, las últimas imágenes térmicas han permitido comprobar que hay aporte lávico en todas ellas.
No se trata de “una gran aportación” de material, pero sí existe “un caudal que las alimenta lentamente”, por lo que “no es descartable” que estas otras coladas experimenten una evolución a corto plazo.
iDurante la noche del jueves al viernes, la lava ha aumentado su velocidad por la “fluidez de las coladas, el aporte magnético de estas y la orografía”, llegando a caminar incluso a velocidades en torno a los “250 metros por hora”. Durante este viernes, esa situación se ha relajado y, ahora, se registran 20 metros por hora.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha explicado que la sismicidad superficial es “casi inexistente”, aunque ha destacado el temblor de magnitud máxima registrado en las últimas 24 horas, el de 4,5 de esta mañana en Villa de Mazo, a 36 kilómetros de profundidad. En este sentido, el director técnico del Pevolca ha recalcado que “existe una alta probabilidad de que siga habiendo sismos por encima de los 4”, aunque, eso sí, a profundidades considerables, lo que mantiene lejana la posibilidad de que nazca otro centro emisor.
Rubén Fernández ha recordado que durante la mañana se ha restringido a los regentes de las zonas agrícolas que comprenden desde el campo de fútbol de La laguna hasta el sur
Se ha restringido para los regantes en las zonas agrícolas que comprenden desde el campo de fútbol de la laguna hasta el sur. Sin embargo, esta situación ha ido cambiando a lo largo de las horas en función del comportamiento de las coladas. Por otro lado, se sigue permitiendo el acceso para la recogida de enseres a los vecinos de La Laguna, de Jedey y Las Manchas.
“A corto plazo, no tenemos previstas evacuaciones”, ha informado el director técnico, aunque avisa de que esta decisión siempre va a ir condicionada por el desarrollo y evolución del volcán. Hasta el momento, hay 7.000 personas desalojadas, de las cuales 321 permanecen albergadas en Fuencaliente.
En cuanto a la calidad del aire, en las últimas 24 horas no se han superado los promedios diarios de concentraciones de dióxido de azufre en la atmósfera y se está lejos de los umbrales de riesgo para la población vinculado a metales en el aire.
La superficie afectada hasta las 17.00 del 14 de octubre asciende a 674 hectáreas. Según la última actualización de los satélites de monitorización terrestre de Copernicus, ya hay al menos 1.674 edificaciones afectadas, de las cuales 1.548 han sido completamente destruidas.