El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, a través de la Concejalía de Desarrollo Local que dirige Inmaculada Fernández, rindió este domingo un sentido homenaje y reconocimiento público a don Antonio González Brito, el primer vecino que tuvo un puesto en el Mercadillo del Agricultor, se informa en nota de prensa.
Durante 35 años, dedicó todos los domingos a vender la producción de su huerta y hoy en el día de su 84 cumpleaños, el Ayuntamiento aridanense ha reconocido la labor de este vecino que fue el primero en instalar un puesto de frutas y verduras en el Mercadillo del Agricultor.
Un acto sencillo en el que se descubrió una placa en la Avenida Dr. Fleming, sitio donde se desarrolla tradicionalmente el mercadillo a excepción de los momentos puntuales como los actuales que por motivos de la pandemia y para cumplir con los protocolos sanitarios, ha sido trasladado a la Plaza de España.
“Don Antonio es ejemplo de lucha y proeza, una persona que se dedicó a cultivar la tierra y hacer de la agricultura su modo de vida, con la que sacar adelante a su familia y poder ofrecer un futuro para sus hijos, hoy, este es un reconocimiento público al tesón, esfuerzo y dedicación porque con su buen hacer ha sido y seguirá siendo ejemplo para muchos jóvenes del Valle de Aridane”, destacó la alcaldesa.
Una vida ligada a la Agricultura
Antonio González Brito nació en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane el 28 de febrero de 1937. En 1955, emigró a Venezuela y en 1968 regresó a La Palma. Posteriormente, contrajo matrimonio con Arsilda y vive en el barrio de La Manchas.
“Treinta y cinco años después, resulta anecdótico saber que la historia del primer Mercadillo del Agricultor del Valle de Aridane, se inicia gracias al interés del alcalde Carlos Francisco Lorenzo Navarro por promover la venta directa de los productos agrícolas al consumidor y el tesón de Antonio González Brito, un agricultor que, pese a ser el único que respondió al Bando del 9 de Abril de 1986, no desistió en su empeño y desde el 4 de mayo de 1986, domingo tras domingo su puesto de verduras y frutas fue creando un nuevo hábito para muchas familias llanenses en la Avenida Doctor Fleming y una relación afable con muchos de sus clientes, hasta el punto que algunos madrugaban para ser los primeros y disfrutar del mejor género acompañado de una charla sin prisas”, explican.
Aquella cambió para siempre la vida de Antonio, a sus 49 años, hizo caso omiso “al qué dirán” tal y como cuenta su familia, y aceptó la invitación del Ayuntamiento para empezar a vender lo que tenía cultivado en sus huertas.
El primer domingo, fue una novedad en el pueblo y una satisfacción personal. Antes de las 8:00 de la mañana ya había armado su puesto con una simple mesa y varias cajas de “coles y lechugas” a ver qué pasaba… y poco a poco la gente se fue animando a comprar. Poder coincidir en la Avenida con la salida de misa se convirtió en su mejor “patrocinio” y su apuesta en solitario por el Mercadillo resultó mejor de lo esperado. Su primera venta fue de 2.500 pesetas.
Tras las coles, comenzó con la venta de todas las verduras para el potaje y la demanda de lechugas le dieron opción a ofertar lo necesario para una buena ensalada, frutas y yerbitas, entre las tradicionales como perejil, cilantro, manzanilla, también decidió ofrecer “novedades” poco conocidas en ese momento como albahaca y rúcula.
Tanta mercancía hizo necesario un remolque y una estructura con un pequeño toldo naranja en el que se podía leer Mercadillo Vuelvan Caras; y es que, siendo un solo puesto y sin nombre institucional, Antonio decidió ponerle un nombre peculiar de Simón Bolívar en recuerdo de la calle donde trabajó durante años en Venezuela porque quería “volver a ver las caras de los clientes cada domingo”.
De esta forma, su puesto con toldo naranja Mercadillo Vuelvan Caras se mantuvo 16 años con este nombre, con todos sus domingos, incluso Carnavales, Reyes y Semana Santa a excepción de un solo domingo “por descanso del personal”, dejando cientos de recuerdos y anécdotas.
En el año 2000, el Mercadillo ya era un atractivo y reclamo económico y social en el municipio. La remodelación de la Avenida Doctor Fleming en abril de 2001, coincidió con el traslado del Mercadillo y por decisión municipal, se ubicó en el Parque Conrado Hernández. A mediados del 2002, se fueron uniendo nuevos agricultores y el Mercadillo se fue consolidando como Mercadillo del Agricultor del Valle de Aridane. Años más tarde, con la vuelta a la Avenida Doctor Fleming, y la regulación del Mercadillo, el Ayuntamiento promovió la compra de carpas y la homogeneidad de los puestos, etc.
Durante estos últimos 18 años, la vida del Mercadillo ha evolucionado, tanto en puestos como en visitantes y clientes, llegando a tener un máximo de 30 puestos. En algunos periodos se unieron nuevos agricultores, aumentando el número de puestos a la vez que también se daban de baja otros, quedando muy pocos de la época del Parque Conrado Hernández a la vuelta a su punto de partida en la Avenida Doctor Fleming; cambios que Antonio los recuerda con cariño y agradecimiento porque permitieron hacer nuevos clientes y buenas amistades con muchos de los compañeros de los puestos, tanto es así que en su última etapa, le ayudaban a descargar las cajas y se ofrecían a vigilarle el puesto en momentos de necesidad.