Antonio Érmetes Brito González, concejal no Adscrito en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha presentado al pleno una moción en la que pide que el Consistorio “ponga los medios a su alcance para que, a la mayor brevedad posible, se habilite un lugar para crear un comedor social en el que se atiendan convenientemente estas necesidades en colaboración con las iniciativas que ya existen tanto por los servicios sociales del propio ayuntamiento como en el ámbito privado”.
En la exposición de motivos señala que “la crisis económica que hemos y seguimos padeciendo, ha y sigue afectando a los sectores más vulnerables de la población, a la vez que aumenta la fragilidad de la clase media”. Añade que “Santa Cruz de La Palma no es, por desgracia, una excepción a esta realidad. Su tejido social y ciudadano sigue padeciendo los rigores de la crisis, que alumbra nuevas formas de pobreza y de exclusión desconocidas hasta ahora que deben recibir el adecuado remedio público”.
Apunta que “mucho se ha hablado sobre la crisis económica. En cuanto a las causas, hay distintas opiniones entre las fuerzas políticas. En cuanto a sus consecuencias, coinciden sobre a quiénes daña en particular y a quiénes ha puesto y pone en situación de riesgo”. Subraya que, “convencido de esto último, creo que es preciso llegar a un consenso elemental sobre cómo afrontar tal situación en nuestro municipio, al menos en lo que se refiere a sus manifestaciones más angustiosas”.
Una de ellas, agrega, “que daña especialmente la sensibilidad humana, es la de aquellos particulares y familias que recurren a la beneficencia para obtener alimentos”. Indica que “el número de personas que viven en nuestro municipio que dependen de esta caridad es considerable. Hablamos de varias personas y familias que todos los meses reciben una ayuda imprescindible fruto de la labor de los servicios sociales municipales y de la generosidad y entrega de los voluntarios y del personal de asociaciones que, como Cáritas, son su aliento y esperanza. Pero el número de necesitados desborda la capacidad de respuesta privada”.
Por lo tanto, “ha llegado la hora de que la administración municipal afronte directamente este problema”.
Los ciudadanos “agradecerán que sus representantes públicos alcancemos un acuerdo sobre esta cuestión y que de manera inmediata nos pongamos a trabajar para aliviar los problemas de las personas que requieren del auxilio público. Lo contrario no sería entendible”.