Es un momento clave para la transición energética. Por fin, después de muchos años de hablar de la situación y de tener evidencia científica, tanto del cambio climático como del pico de producción del petróleo, parece que el mundo entero se ha dado cuenta de que lo de las energías renovables no es una utopía sino una necesidad urgente y una realidad posible a muy corto plazo.
Aceptado este punto, ahora estamos en el proceso de ver si la otra parte de la que hablamos cuando decimos nuevo modelo energético se convierte en una realidad: que la transición energética no se haga en manos de grandes empresas extractoras de recursos para el territorio sino que la hagan las personas de los territorios, cuidándolos, desde la ciudadanía, las administraciones y las pymes locales.
Y parece que esta idea está dejando de ser una utopía también y pasando a ser una realidad. Desde la Comisión Europea hay una directiva que habla de las Comunidades de Energía Renovables (definición ya traspuesta a la legislación española) en las que se crean nuevas herramientas precisamente para poner estos actores locales en el mercado eléctrico al mismo nivel que las empresas del oligopolio. Esto representa acercar ese mercado eléctrico inaccesible e incomprensible para la gran mayoría de la población a pie de calle, función que cabe destacar que también se está llevando a cabo a través de la Oficina Verde de La Palma Renovable coordinada por Diana Mayorga. Es poder crear herramientas para no tener que quejarnos más, impotentes ante las injusticias de ese mercado anónimo, sino crear nuestras propias relaciones cercanas y con procesos de decisión reales con la energía que consumimos. ¡Sin duda es una gran noticia! ¿Casi demasiado buena para ser real? Creemos que no. En La Palma tenemos ya en marcha la creación de la Comunidad Energética Insular Energía Bonita, una cooperativa sin ánimo de lucro que próximamente tendrá su asamblea constituyente y que seguro que será un día histórico para las personas de esta isla. Invitamos a todo el mundo a formar parte de ella para ir recuperando la gobernanza en el ámbito de la energía, que no olvidemos que es (o tendría que ser) un derecho. Y es un proceso que parte de una situación inmejorable, porque tenemos el apoyo de cerca y de lejos. Según explica Laura Piñero, ingeniera de La Palma Renovable, “por un lado disponemos de 60.000 euros del proyecto europeo NESOI para arrancar los primeros proyectos de la Comunidad Energética (entre ellos un autoconsumo colectivo en Los Sauces), por el otro, las administraciones también están apoyando, así como otros proyectos ”hermanos“ que ya han recorrido el mismo camino”. Así que será seguro un camino, no fácil, pero sí muy enriquecedor y seguro emocionante a cada paso.
Y si queremos continuar hablando de cambio de modelo energético no hace falta hablar de futuribles. Lo que tenemos que hacer es felicitar a las ya tantísimas personas que se han puesto una instalación de autoconsumo en su casa. De hecho La Palma está en la cabeza de Canarias en número de instalaciones de autoconsumo por habitante (según el registro de autoconsumo del Gobierno de Canarias). Las subvenciones del Cabildo y muchos años ayudando y empujando el autoconsumo desde la ciudadanía están teniendo claros resultados.
Igualmente, aprovechamos para animar a las personas con instalaciones de autoconsumo sin vertido a red que se liberen de su antivertido y que empiecen a verter electricidad verde a la red como locos!! Como explica Jorge Prieto, físico que forma parte del equipo de La Palma Renovable, “por cada kWh de una instalación fotovoltaica que vertemos a red es un kWh que no se produce en Los Guinchos quemando diesel y fuel oil, y pueden consumir nuestros vecinos”. Por cierto, no es verdad el mito que la electricidad vertida se regala a Endesa, esa electricidad es compensada en la factura de la luz. Así que solamente la satisfacción de ir viendo cómo poco a poco, electrón a electrón, persona a persona, vamos apagando Los Guinchos, es una felicidad indescriptible.
Además, lo fantástico de tener una instalación en casa es que las personas aprenden sobre energía y electricidad en la práctica. ¡Se aprende a flexibilizar los consumos y a ahorrar! Porque no olvidemos que el nuevo modelo energético tiene en el centro y antes que las renovables, el ahorro y la eficiencia energética.
Energía renovable y ciudadana. Estamos viendo en otras islas y en península movilizaciones de “energía renovable sí, pero así no” denunciando la ocupación de territorio de grandes empresas que no dejan riqueza alguna a la población local. En La Palma decimos: “energía renovable sí y así sí” con nuestro modelo de autoconsumos individuales y colectivos y la Comunidad Energética Insular.
Alexis Martín, un joven arquitecto palmero del equipo de La Palma Renovable, expresa con optimismo que “parece que en La Palma nos hemos creído de verdad lo del nuevo modelo energético y no estamos solamente hablando palabras vacías sino que lo estamos haciendo realmente”. Los números lo muestran. Solamente nos falta ahora acelerar el ritmo ya que el cambio climático y los cada vez más escasos recursos nos empujan a ello. Nos queda muchísimo trabajo por hacer pero será un camino de creación seguro apasionante. La Palma vuelve a entrar sin duda en un periodo de ser un faro a seguir para el resto de islas (¡y del mundo!).
* Nuria Albet, coordinadora de La Palma Renovable.