Es desesperante ver
el fracaso retratado,
tanto plátano tirado
perfecto para comer.
Difícil de comprender
semejante perdición,
que por falta de gestión
el cultivo esté en la ruina
y para muchos termina
su esfuerzo en este montón.
Jócamo, 12.XI.2023
NOTA.- La historia de los cultivos en Canarias se repite.
El ciclo de: llegada, despegue, éxito, crisis y fracaso, parece ser la regla que rige su destino.
La viña, la caña de azúcar, la cochinilla, el tabaco, la papa, el tomate, el plátano, la piña tropical, el aguacate...
En algunos casos el colapso es total (caña, cochinilla, tabaco); en otros parcial y permanecen como residuales (tomate, papa); fluctuaciones, alternando periodos de crisis y resurgimiento, dependiendo de ciclos, como la vid, etc.
El caso del plátano, lleva camino de convertirse en claro ejemplo de fracaso progresivo por diversos factores: carestía de la mano de obra, de los abonos, del agua; deficiencias en la gestión y comercialización; reducción de cuota de mercado en el marco de la Unión Europea, frente a la banana americana; pérdida del valor social y paisajístico que justificó su protección, por abandono de los cultivos marginales microfundistas en beneficio de los grandes propietarios con fincas invernadas, etc.
El resultado, son grandes excedentes, que se amontonan en vertederos y suponen pérdidas ruinosas que siempre recaen sobre el propietario más débil, que se ve asfixiado por la falta de rentabilidad y abusos burocráticos.