Estarán de acuerdo conmigo en que la vida está llena de señales. Todos los días las vemos ante nuestros ojos.
Algunas de esas señales te indican un buen camino a seguir y otras, más caprichosas, más azarosas, te trasladan a senderos complicados.
Todos en este mundo vemos señales a diario. Señales de todo tipo. Pero este artículo no va de introspección ni nada de eso. Va de señales, sí. Pero de señales de carretera.
Y es que, en el barrio de Las Manchas, como en todos los barrios de la isla, también hay señales.
Hace unos años recuerdo una junto a la casa de mis amados padres. Era blanca y alargada y decía únicamente dos palabras: San Nicolás.
300 años hace que este pueblo del barrio de Las Manchas se llama San Nicolás. Ahí está la hemeroteca del Instituto Geográfico Nacional (IGN) que no da lugar a dudas de lo que digo.
300 ‘jodidos’ años.
Y hace dos o tres meses alguien que no sabemos quién decidió rebautizarnos y pasar a llamarnos ‘Las Manchas’.
Así, de un día para otro, desapareció San Nicolás. De un día para otro enviaron a la papelera 300 años de historia de nuestro barrio y nuestra isla.
Y, de paso, han reducido Las Manchas a un trocito más pequeño del gran barrio que realmente es. Así seguro que molestan menos -deben haber pensado-.
Pero esto no ha quedado ahí.
Debió parecerles poco esta absurda decisión y pensaron que no era suficiente con rebautizar nuestro pueblo.
Así que hace unos días decidieron algo que en mi opinión y en la de muchas y muchos mancheros es una absoluta falta de respeto y consideración.
Porque justo en medio de nuestro barrio, frente al colegio, frente al centro de salud, han colocado una nueva señal bien grande y reluciente.
La nueva señal dice con letra negra sobre fondo blanco: Fuencaliente 14.
Supongo que habrán pensado que total, como Las Manchas no le importa a nadie, que al menos le gente sepa dónde está Fuencaliente.
¡Con dos cojones! -perdonen la expresión-.
Podrían haber puesto esa señal al principio o al final de San Nicolás. Pero no, mejor en el medio.
¡Total San Nicolás ya no existe! ¡Total estos mancheros no le importan a nadie!
Porque si lo piensan bien, esa es la realidad. Es triste, pero es lo que hay.
Porque a fecha de hoy aquí seguimos en Las Manchas con promesas de LP-2 sin cumplir, seguimos con una Montaña de Noelia negra y vomitiva sin retirar, seguimos sin apenas servicios básicos, sobre todo en la parte de Los Llanos.
Porque no quiero ser injusto y meterles a todos en el mismo saco. Porque las pocas cosas que tenemos están más bien de la carretera para arriba. De la carretera para abajo, poco. Poco o casi nada.
¿A lo mejor nos vendría bien a todos en Las Manchas ser 100% de El Paso? Ahí dejo eso. Una estupidez más, dirán algunos.
Volviendo a las señales, les aseguro que si alguno de los políticos de nuestra isla viera las señales de la gente frustrada y enfadada como las vemos tantos palmeros, seguro que tomarían otros caminos. Pero está claro que las señales no todos las vemos igual.
Y también está claro que tendremos que señalar nosotros el camino a seguir.
Porque estoy absolutamente seguro de que el que pone las señales, no se entera de nada.