Metrosideros (Metrosideros excelsa)

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Excelso por su tamaño

y su porte distinguido

que de lejos ha venido

y en Canarias es extraño.

Todavía no hace daño

pero conviene advertir

que puede constituir

una amenaza larvada

que debe ser controlada

para después no sufrir.

Jócamo, 3.VII.2024

NOTA: En general es más conocido por su nombre genérico latino que por el común maorí de “pohutukawa”, que significa algo así como “bañado por la bruma marina”.

Nativo de Nueva Zelanda, se cultiva como ornamental en países con clima tropical, subtropical y templado, en muchos de los cuales se ha naturalizado y supone una amenaza para la flora autóctona, como ocurre en Sudáfrica y en muchas islas volcánicas. En Azores, hemos tenido la oportunidad de comprobar su agresividad como especie invasora.

Es un árbol excelso, que en su óptimo puede alcanzar los 20 m de altura, ramificado de cuyo tronco y ramas penden raíces aéreas. Perennifolio, con hojas ovales, cubiertas por una borra blanquecina que les disfraza el verde y le otorgan un tono gris, plateado en el envés.

Las flores destacan por el color rojo de los numerosos estambres, que surgen del receptáculo acopado que conforma el cáliz y rodean al estilo, también rojo y que permanece tras la caída de los estambres.

Su floración es espectacular y recuerda a la de los eucaliptos rojos (Corymbia ficifolia). Ocurre en verano en ambos hemisferios y en Nueva Zelanda, al coincidir el estío con los meses de noviembre-diciembre, es considerado típico “árbol de Navidad”.