Los muertos por suicidio duplican a los de accidentes de tráfico, superan en 11 veces a los homicidios y en 80 a los de violencia de género
Cada dos horas y media se suicida una persona en España, diez al día: los muertos por suicidio duplican a los de accidentes de tráfico, superan en once veces a los homicidios y en ochenta a los de violencia de género.
Los expertos del Teléfono de la Esperanza recuerdan que la literatura científica especializada relaciona la vulnerabilidad de las personas con determinadas enfermedades mentales, pero que los datos estadísticos de adolescentes y jóvenes muestran que, en la mayoría de los casos, el deseo de morir surge como respuesta a una crisis vital, sin que haya un trastorno identificado de base.
Hablar del suicidio no solo no lo fomenta sino que puede ayudar a prevenirlo, pues permite a la persona que sufre liberar su angustia y le hace expresar aquello que le preocupa, y esto ayuda la mayoría de las veces a vencer el deseo suicida.
Ocultar el problema y no hablar de él hace que la persona que piensa en quitarse la vida sienta que “no tiene permiso para poder hablar de aquello que le preocupa, enquistado un sufrimiento que crece en el interior de quien lo experimenta sin que existan recursos suficientes que le ayuden a elaborarlo”.
Hay que trabajar a tres niveles: la prevención (o lo que es lo mismo, hablar del tema); la intervención, donde juegan un papel clave los psicólogos emergencistas, y la postvención, el seguimiento que se hace a los pacientes y, en el peor de los casos, a los familiares del suicida en su proceso de duelo.
Y también rechaza otros “mitos” de la sociedad en torno al suicidio, como que solo lo protagonizan los enfermos mentales, que quien habla del suicidio no lo lleva a cabo, que la conducta suicida se hereda o que la mayoría de los suicidas no avisa.
Los datos del Instituto de Estadística revelan que en España se producen 10 suicidios al día, es decir, que se registra un suicidio cada 2,5 horas. Tres de cada cuatro suicidios los cometen los varones.
Los expertos calculan que más de 8.000 personas intentan quitarse la vida cada año y como consecuencia de ello sufren secuelas psíquicas y físicas. Por eso se los considera como población del alto riesgo.
Desde Salud Mental La Palma reivindicamos el diseño e implementación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio que genere un marco para la creación de planes autonómicos y dotación presupuestaria para su ejecución.
Asociación Salud Mental La Palma
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