Nueva Canarias (NC) ha creado una secretaría específica sobre la reconstrucción y recuperación económica y social de La Palma, conscientes de que las labores en marcha trascenderán a la actual legislatura dada la envergadura y trascendencia de los trabajos a desarrollar. El presidente insular de NC, Miguel Ángel Pulido, compaginará esta responsabilidad con la que ejerce como coordinador económico de la Oficina de Asistencia a los Afectados. Los canaristas progresistas decidieron, en el V Congreso nacional, una resolución que recoge un plan de actuaciones con un modelo de gobernanza, que prevé mecanismos de participación comunitaria y la unidad de acción de las distintas administraciones, se informa en nota de prensa.
Las tareas de la secretaría de Reconstrucción de la Isla de La Palma se basarán en la resolución aprobada, el pasado sábado en el cónclave nacional y que fue expuesta por Miguel Ángel Pulido. Una propuesta que contiene un plan que apuesta por impulsar la reconversión de la agroindustria, acorde con la realidad del mercado actual para ser más competitivos, en el marco de los objetivos de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030.
La reconstrucción “racional” de determinadas infraestructuras básicas son fundamentales, según Pulido, para determinadas zonas estratégicas y, en general, para la isla. Con prioridad, las relativas a la movilidad, el ciclo del agua y la energía. La promoción definitiva de la actividad turística, que cuenta ya con un modelo propio, es otro de los objetivos de las propuestas defendidas por Nueva Canarias.
La materialización del modelo turístico insular, así como los proyectos de inversión que han alcanzado un mayor grado de madurez y desarrollo, han de constituir, en opinión del secretario nacional, un estímulo económico y un objetivo claro en la reconstrucción.
Para los canaristas progresistas es necesario que se reconduzcan determinadas dinámicas de ocupación territorial y desarrollo residencial para establecer un modelo más compacto y sostenible destinado a evitar que La Palma se convierta en una isla “vaciada”.
En particular, Pulido enfatizó la promoción de la economía circular y azul, así como la apuesta por un nuevo modelo energético basado en las renovables, lo que además ofrece la oportunidad para crear empleo de cierto valor añadido. Con este fin, Nueva Canarias plantea el desarrollo de un programa de formación específico, que contemple también a los oficios y labores de la construcción y las obras públicas.
Además, y sin perjuicio de la existencia de tubos y otras singularidades volcánicas que aconsejen su protección, Pulido observó que la superficie del manto de lava determinado para la reconstrucción ha de considerarse también como soporte territorial para acoger las actividades económicas, infraestructuras, equipamientos y servicios. Su implantación ha de sustentarse en la planificación territorial y urbanística del nuevo espacio, debidamente articulada con el entorno inmediato, subrayó.
Para Nueva Canarias, la puesta en marcha de este plan requiere de un modelo de gobernanza que permita mantener la unidad de acción y dotarse de una estructura de coordinación interadministrativa. La dirección debe ser ágil, con autonomía funcional, facultades ejecutivas y dotada de la condición de ente administrativo con capacidad para los cometidos y funciones que se tengan que desarrollar en el valle de Aridane.
Asimismo, el secretario de NC en la materia defendió el desarrollo de mecanismos de participación comunitaria para que, en esta nueva entidad de derecho público, estén representados los afectados y tengan la posibilidad de participar de forma directa en la planificación y toma de decisiones.
El reto que afronta la isla se explica por los más de 1.000 millones de euros de daños ocasionados por una erupción que sepultó miles de edificaciones, empresas, carreteras, colegios, centros de salud, instalaciones deportivas, locales comunitarios, explotaciones turísticas, agrícolas y ganaderas e, incluso, una zona industrial.
En opinión de NC, es el momento de revertir esta difícil situación y aprovechar para plantear una reconstrucción alternativa, realizada desde un modelo de mayor eficacia y sostenibilidad ambiental y económica. Una oportunidad para el futuro de La Palma.