Las familias palmeras que tienen algún miembro afectado por una enfermedad mental llevan años luchando para mejorar la calidad de vida de su entorno. Las mejoras y los avances en este ámbito son relevantes, pero no se rinden y plantean nuevo retos. La Asociación de Familias y Personas con Problemas de Salud Mental de La Palma (AFEM) celebra este año su veinte aniversario. La entidad se fundó con la denominación de Asociación de Salud Mental de La Palma y si bien en sus inicios tenía otro nombre, ámbito de actuación y objetivos, “ha ido evolucionando al mismo tiempo que se han producido variaciones en el modelo de atención a las personas con problemas de salud mental”, ha explicado a La Palma Ahora Mary Paz Magdalena, técnico y miembro fundador de AFEM. “Los inicios estuvieron marcados por la sola existencia de un especialista en la Isla en el ámbito sanitario y la ausencia total de cualquier otro recurso que no fuese este mismo, que a todas luces podemos entender escaso. Las familias fueron las que se unieron para crear un recurso que las ayudase a buscar mejoras para su familiar y para ellas mismas”, recuerda.
Dos décadas después de la constitución de este colectivo, subraya Magdalena, “la red de recursos se ha mejorado, se ha incrementado, y el modelo de atención se ha enmarcado dentro de lo que es el Modelo de Intervención Psicosocial. Han sido muchas las mejoras y al mismo tiempo se han visto nuevas demandas en el área de salud mental como puede ser la atención a las personas con patología dual, la atención en los casos donde sea necesario la figura del defensor judicial (casos en ascenso derivado de los cambios en las estructuras familiares que habían servido de soporte para la atención a las personas con discapacidad), y la atención en edades tempranas propiciando así no sólo la prevención en materia de salud mental sino también el trabajo en normalización”, subraya.
“Han sido unos años de continuos cambios, y también de recordar a esas familias que un día estuvieron presentes en la creación de AFEM y en la lucha de la entidad. De reconocimiento a muchas de ellas que ya no están pero que nos han dejado su huella y ejemplo”, resalta. Añade que “los servicios que se prestan en estos momentos, ya se encuentran afianzados en la red de servicios sociales y sanitarios”, apunta. En este sentido dice que “contamos con un servicio en el Hospital General de La Palma que posibilita la atención a las familias en esta área en uno de los momentos más delicados de la enfermedad que es cuando se necesita un ingreso hospitalario. También el trabajo continuo con 14 unitarias donde se imparten los talleres de prevención así como las charlas en los centros educativos, el Programa de Atención que se desarrolla en el Centro Penitenciario de La Palma o las visitas domiciliarias de seguimiento”, enumera.
Los servicios citados, resalta, “permiten una atención integral, y de todos ellos en este momento podemos destacar la colaboración con el Ministerio Fiscal para el trámite de promover defensas judiciales, en el caso de que sea necesario, para las personas afectadas por problemas de salud mental; nos enorgullece ser partícipes en la medida en la que se ha abierto un camino para mejorar la calidad de vida de esas personas que han llegado a situaciones extremas derivadas de su patología”.
Pero admite que “quedan nuevos retos en materia de salud mental para AFEM. Unos retos que son el motor de las acciones diarias. Nos preocupa la estigmatización de las familias que siguen con miedos a la hora de buscar atención, a la hora de expresar libremente lo que significa la enfermedad mental sobre todo en edades más tempranas, puesto que la incidencia de estos problemas en menores es uno de los temas que más preocupa desde instancias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la prevalencia en la población infanto-juvenil de esta problemática”.
AFEM está ya inmersa en los preparativos para celebrar el próximo mes de octubre, junto con el Cabildo, el Día Mundial de la Salud Mental. “Desde AFEM aprovechamos para lanzar un nuevo mensaje esperanzador ante el padecimiento de los problemas de salud mental; las intervenciones realizadas durante dos décadas en esta área nos hacen ser totalmente optimistas ante el avance de nuevos fármacos, la conciencia social hacia el colectivo y principalmente los cambios actitudinales de los propios afectados, quienes están en estos momentos ejerciendo un movimiento denominado Movimiento en primera persona que está haciendo que se dé un vuelco en cuanto a la integración real de las personas con este tipo de problemas”, concluye.