Hace apenas un mes Patricia Perdomo Hernández ha sido galardonada con el Premio Nacional de Gastronomía que otorga la Fundación Diario de Avisos, como Mejor Labor en Vinos. “Hoy desde el Consejo Regulador de Vinos La Palma queremos rememorar ese momento dándoles a conocer algunas pinceladas de la historia de esta joven viticultora y empresaria de nuestra isla”, informa la entidad.
En el barrio de Las Tricias, en la Villa de Garafía, al norte de la isla de La Palma, se alza una bodega que es testimonio vivo del esfuerzo y la dedicación de generaciones. Esta es la historia de una familia cuyo amor por la viticultura ha florecido en una tradición que ahora sigue con renovado vigor.
Desde temprana edad, Patricia Perdomo Hernández se inspiró en la dedicación de su familia, quienes con esfuerzo y sacrificio hicieron realidad su sueño en la viticultura. Aunque en la adolescencia percibió el trabajo en el campo como un sacrificio, no tardó en reconocer el amor por la tierra y agricultura, una pasión que comparte con su hermana Lucía. La elaboración de los vinos bajo la marca ‘Piedra jurada’ no solo refleja el gran trabajo familiar, sino también la forma en que fueron educados y queridos. Con estas raíces, en 2012 se aventura a cursar el Ciclo Superior de Técnico en Vitivinicultura en la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte. Luego, continúa sus estudios en la Universidad de La Laguna, especializándome en Análisis Sensorial y Enoturismo a través de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo Canarias del ICCA y la ULL. En 2017, se forma en Sumillería en la Escuela Española de Cata, profundizando en vinos de estilo gastronómico.
Ese mismo año, junto a un grupo de amigos, fundaron la Asociación de Catadores El Almud en Garafía, con el objetivo de enriquecer la formación gastronómica en el norte de la isla. Desde 2013 ha trabajado en su bodega propia, y en 2018, tomó las riendas del relevo generacional, año en el que fue galardonada con el Premio de Iniciativa Empresarial por la Universidad de La Laguna.
La SAT Bodegas Perdomo está situada en Las Tricias, en una zona reconocida por sus senderos y dragos, enmarcada en la Subzona Norte de la Denominación de Origen Protegida de Vinos La Palma, zona célebre por sus Albillos Criollos y el singular vino de Tea. Históricamente, en esta parte de la isla el vino, junto con el cereal y el queso, han sido fundamentales en la alimentación de sus habitantes, personas trabajadoras que abastecieron las despensas de la isla en tiempos difíciles.
El municipio de Garafía, con 14 barrios y una rica tradición vitivinícola, se caracteriza por su espectacular y abrupta vegetación. Zonas como Briesta, a 1.200 metros sobre el nivel del mar, o Jerónimo, fascinan a cualquier amante de la viticultura.
Hoy en día, la familia Perdomo cultiva sus parcelas propias y colabora con otros viticultores locales, asegurando que se cumplan estrictos requisitos como las buenas prácticas culturales en la viña, el cuidado de la materia prima en la vendimia y el control sanitario. Todo esto, con el objetivo de conservar la identidad propia, centrando la atención en parcelas de la Comarca Norte en los municipios de Garafía y Puntagorda a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.
“Desde el Consejo Regulador queremos reiterar nuestro agradecimiento a Patricia por su siempre entusiasta labor y nuestra felicitación por este prestigioso reconocimiento”, concluye.