Muere el pintor vasco José Luis Goenaga, cuyo silencio y arte inspiraron a Woody Allen

A José Luis Goenaga (Donostia, 1950) le gustaban los silencios. Cuentan los que le conocieron que prefería el pincel con el que se expresaba en sus lienzos a las palabras y así, en silencio, ha muerto a los 74 años. Queda su obra que sorprendió a muchos, entre ellos a Woody Allen, que se inspiró en la obra de Goenaga y en su estudio para su película Rifkin's Fetival , en la que reprodujo casi al dedillo el taller del pintor en Alkiza y mostró varias de sus obras.

La noticia del fallecimiento del que era el padre de la actriz Bárbara Goenaga ha llegado a través de las redes sociales. Ha sido su yerno, el portavoz del PP, Borja Sémper, el que ha confirmado el suceso. “Ha fallecido Juan Luis Goenaga, mi suegro y amigo. 'El artista total, el último bohemio', un hombre honesto y libre, como solo saben serlo los artistas de verdad”, ha señalado Sémper en su cuenta de X.

Considerado uno de los máximos exponentes del expresionismo vasco,  expuso por primera vez su obra en 1971, en una muestra colectiva en París y a partir de ahí inició una fructífera carrera de exposiciones individuales y colectivas de distintas galerías y museos del mundo. Autodidacta, e interesado por el pasado histórico vasco y la cultura popular, ha sido una de las constantes de toda su producción en la que la naturaleza es un elemento esencial, con tonalidades ocres, además de la figura humana en ambientaciones urbanas en las que predomina el color.

De la inmersión en la naturaleza surgen series como 'Itzalak' ('Sombras' en euskara) entre 1972-73; 'Belarrak' ('Hierbas') entre 1973 y 1975 y 'Sustraiak' ('Raíces') de 1974-76, entre otras. En a finales de los 70 cuando la figura empieza a aparecer en su obra y en los 80 la figura se impone en nuevas series como 'Profidén' (1978) y paisajes urbanos, con series como 'Katástrofes.

El autor experimenta en 1983 varios cambios vitales importantes, el nacimiento de su hija Bárbara con Idoia Bilbao, con la que tendrá un segundo hijo, Telmo, y el regreso a Alkiza. Su obra se plasma entonces en autorretratos, escenas familiares y bodegones con objetos cotidianos como juguetes. En paralelo pinta una serie de obras con resultados cercanos a la abstracción. Instalado en París a finales de los 80, incide en ese camino abstracto pero incorporando elementos como redes, mallas o plásticos en su obra y el mundo orgánico reaparece. El autor vuelve desde 1991 al arte más primitivo a través de sus series 'Románico' y 'Arkeolojiak' ('Arqueologías').

Goenaga ha sido profeta en su tierra. Muy reconocido en Euskadi y en su Gipuzkoa natal, su obra está presente en en el museo de Bellas Artes de Bilbao, en el San Telmo de Donostia, en el Artium de Vitoria así como en la Fundación Kutxa, entre otros. Tras conocerse el fallecimiento el alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha recordado al “artista autodidacta, que marcó una época con su estilo”. De igual forma, la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha reconocido su “trayectoria larga y respetada”. También ha lamentado la muerte del pintor la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, entre otros.