La presidenta de la Asociación de Criadores de Cabras de raza Palmera y ganadera y quesera de Granja Los Tumbitos, Breda Rodríguez, ha sido distinguida con el Premio AJE (Asociaciones de Jóvenes Empresarios) Canarias, galardón dirigido a los jóvenes canarios que hayan logrado crear una empresa fuerte y competitiva, capaz de generar empleo y contribuir a la riqueza de las Islas, indica Gescan (Gestión de Programa de Crías) en una nota de prensa.
Los premios, señala, que han estado dos años sin convocatoria debido a la pandemia, se entregaron el pasado viernes 16 de septiembre en el Teatro Consistorial de Gáldar, en Gran Canaria. Brenda Rodríguez Concepción, presidenta de la Asociación de Criadores de Cabras de raza Palmera, y ganadera y quesera de Granja Los Tumbitos, en Barlovento, La Palma, fue galardonada con el Premio Accésit AJE al Compromiso Medioambiental, reconocimiento que se entrega a aquellas personas por priorizar iniciativas que salvaguarden el medio natural , reduciendo nuestra huella de carbono, mediante economía verde/azul, circular o reciclaje.
Brenda, tras recoger el reconocimiento de AJE Canarias, indicó que se siente “muy agradecida por recibir este premio Accésit AJE 2022 al Compromiso ambiental. Un reconocimiento como este nos llena de ilusión, abre una ventana al medio rural, a una raza autóctona en peligro de extinción como la cabra palmera, a nuestra tierra. En estos tiempos de crisis, e incertidumbre, este premio nos impulsa a seguir trabajando día a día en nuestro compromiso con el medio ambiente. En Granja Los Tumbitos nuestra mayor felicidad es poder, cada día, salir a pastoreo con las cabras del rebaño, haciendo posible unos quesos artesanos y únicos, entre ellos el Queso Palmero. Por eso, creo que es fundamental la defensa del medio ambiente en esta emergencia climática que vivimos. Muchísimas gracias por el premio. Para que las cosas sucedan, una necesita trabajo, constancia, apoyo, y un poquito de suerte, pero también, reconocimiento y celebración como es recibir este premio. Gracias, de corazón”.
“Detrás de cada raza autóctona”, dijo,“ hay un mundo: una historia, una familia, un vínculo al territorio, pasión, trabajo y mucho esfuerzo. También hay un paisaje, un territorio lleno de biodiversidad, un producto artesano de alto valor ambiental y de calidad, y toda una red de saber hacer que se transmite de generación en generación”.