La energía del sistema eruptivo del volcán de La Palma sigue mostrando una tendencia descendente en los últimos días, aunque no terminará a corto plazo, ha avisado este martes la portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), María José Blanco.
Blanco ha indicado en rueda de prensa que hay una disminución de todos los parámetros, sobre todo la sismicidad, la deformación del suelo y la emisión de dióxido de azufre (SO2), que ayer fue de entre 3.000 y 3.500 toneladas, pero esa tendencia es “lenta” y se necesita que sigan decreciendo para “llegar a niveles más bajos”.
La sismicidad ha bajado en profundidades intermedias respecto a semanas anteriores y desde comienzos de noviembre ha habido “una notable disminución” de la deformación regional.
A la pregunta de si el volcán se está apagando, Blanco ha contestado que “en algún momento, sí”, y ha añadido que en estos momentos está “en un proceso más estable y un nivel más bajo de actividad”, pero “a corto plazo el sistema, la erupción, no va a terminar”.
El único observable para predecir cuánto le queda al volcán que ha empeorado en las últimas horas es el tremor, que ha experimentado un repunte.
Eso, y las altas concentraciones de SO2, con superaciones horarias y diarias en las estaciones de Los Llanos y Puntagorda, mientras que la dirección que puede coger la nube de cenizas podría afectar al aeropuerto de La Palma, como ya sucedió a primera hora de este martes y provocó la cancelación de cuatro vuelos de Binter.
En cuanto al avance de las coladas, el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha detallado que ha habido rellenos en la 2, en una zona intermedia entre la 1 y la 9, y un avance del frente de la 9, lo que ha propiciado que la superficie del delta lávico ascienda a 41,99 hectáreas, 1,09 más que el lunes.
La anchura máxima entre coladas ha aumentado hasta los 3.200 metros y los científicos han podido constatar “claramente” el aporte de tubos lávicos, ha apuntado Morcuende.
Las personas albergadas en hoteles son 480, más otras 43 dependientes repartidas en diferentes centros sociosanitarios de la isla.
Las edificaciones dañadas, según datos del Catastro, son 1.462, de las cuales 1.181 viviendas, 152 de uso agrícola y 67 de uso industrial, entre otras.
En cuanto a superficie agrícola, son 305,59 hectáreas, 10 más que ayer, la mayoría plataneras.
Miguel Ángel Morcuende ha vuelto a pedir que se extremen las precauciones en las labores de limpieza de ceniza, sobre todo cuando las labores se hacen en altura, para evitar accidentes.
También ha insistido en pedir que se evite la actividad física en exteriores, que se usen mascarillas FFP2 y que las personas con patologías no salgan de casa, especialmente en Los Llanos de Aridane, donde hay repuntes de concentración de micropartículas en las horas centrales del día, cuando más tráfico hay y más se limpia la ceniza.
En cuanto al SO2, ha indicado que en los últimos días ha habido “niveles importantes” de concentración dentro de la zona evacuada, lo que impidió el acceso por El Charco para labores de limpieza o para el riego de fincas, aunque la situación ha mejorado en las últimas horas.
La combinación de la ceniza y la lluvia -se esperan precipitaciones débiles en las próximas horas- preocupa por el peligro de desplome de invernaderos.
Por eso la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, ha insistido en que lo primero es la salud de los trabajadores, su seguridad.
Vanoostende ha recordado que se compensarán las pérdidas económicas que sean consecuencia de la no comercialización a causa del volcán y que los daños por la caída de invernaderos por efecto de la ceniza también están cubiertos.
En el plano institucional, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Zapata, ha reconocido que “60 días son demasiados para estar fuera de nuestras casas”, más para quienes las han perdido bajo la lava y urgen una solución, pero ha asegurado que todas las administraciones trabajan “a la máxima velocidad”.
En declaraciones a los medios tras recibir a la Mesa del Parlamento de Canarias, Zapata ha recalcado que en este tiempo los ayuntamientos y el Cabildo han entregado ayudas de emergencia a “un nivel jamás visto”, y que se cuantifican en más de 700.000 euros.
También se ha referido a la entrega de 5 pisos, más otros 12 próximamente, además de la inminente adquisición de otros 72, cuando “lo habitual”, ha dicho, es que se tarde una década en entregar una promoción social.
Zapata ha insistido en que “son muchos días” de espera para quienes han perdido su hogar, pero ha reclamado “que se ponga en valor la celeridad” con la que están trabajando todas las administraciones.