Descubierta una ‘sub-tierra’ que orbita Barnard, la estrella aislada más cercana al Sol

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

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La estrella aislada más cercana al Sol se llama Barnard y un equipo de investigadores, liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), acaba de detectar que tiene una ‘sub-tierra’ orbitándola. El exoplaneta hallado, bautizado como Barnard b, tiene al menos la mitad de masa que Venus y gira rápidamente en torno a su estrella, de manera que en él un año dura poco más de tres días terrestres, informa el IAC.

El nuevo exoplaneta está diecisiete veces más cerca de la estrella de Barnard que Mercurio del Sol y tiene una temperatura superficial alrededor de 125°C, lo que le impide tener agua líquida en su superficie. Este hallazgo liderado por el IAC, en colaboración con distintos centros internacionales, se ha producido con imágenes del espectrógrafo ESPRESSO instalado en el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), ubicado en el Observatorio de Paranal en Chile, y ha sido publicado por la revista Astronomy & Astrophysics. 

En el mismo trabajo también se apunta a la existencia de otros tres objetos candidatos a exoplanetas orbitanto alrededor de esta misma estrella, lo que confirma la tendencia de que la vecindad solar se convierte en el lugar con más opciones de encontrar una Tierra que albergue vida en sistemas solares similares al nuestro.

Después de Alfa CentauriBarnard es el sistema estelar más cercano al Sistema Solar y se encuentra a solo 6 años luz de la Tierra. Esta cercanía, y el hecho de ser una estrella del tipo enana roja, ha hecho que los científicos lleven desde 2018 estudiándolo. El autor principal del artículo e investigador del IAC Jonay González Hernández explica que “aunque nos ha llevado muchos años, estábamos convencidos de que en este sistema tan relevante por su cercanía al Sol se daban las circunstancias para encontrar un planeta similar a la Tierra”. 

Los esfuerzos del equipo investigador se centraron en estos años en buscar señales de posibles exoplanetas dentro de la zona de habitabilidad o zona templada de la estrella de Barnard, es decir la zona en la que puede existir agua líquida en la superficie del planeta. 

En este sentido, González Hernández explica que “Barnard b es uno de los exoplanetas de menor masa conocidos y uno de los pocos con una masa inferior a la de la Tierra. Sin embargo, el planeta está demasiado cerca de la estrella anfitriona, más cerca que la zona de habitabilidad” y añade que, “aunque la estrella esté unos 2.500 grados más fría que nuestro Sol, en la superficie del planeta hace demasiado calor como para mantener agua líquida en su superficie”.

Un hallazgo con la ayuda de ESPRESSO

Para realizar este descubrimiento con el VLT, el equipo utilizó el instrumento ESPRESSO (Echelle SPectrograph for Rocky Exoplanets and Stable Spectroscopic Observations), un espectrógrafo ultra estable de alta resolución que tiene como objetivo la búsqueda y caracterización de planetas similares a la Tierra como el estudio de la variación de las constantes astrofísicas fundamentales y cuyo proyecto fue co-liderado por el IAC, que participó en su diseño y construcción. 

El instrumento ESPRESSO permitió estudiar la variación de la estrella provocada por la atracción gravitatoria de uno o varios planetas en órbita. Posteriormente, estos resultados fueron confirmados con datos de otros instrumentos, también especializados en la caza de exoplanetas como HARPS en el Observatorio La Silla de ESO y CARMENES en el Observatorio de Calar Alto (Almería). 

El equipo investigador sigue estudiando en el entorno de esta estrella los tres objetos candidatos a exoplanetas para ver si, finalmente, se confirman como exoplanetas. “Ahora tenemos que seguir observando esta estrella para confirmar las señales de los otros candidatos”, afirma Alejandro Suárez Mascareño, investigador también del Instituto de Astrofísica de Canarias y coautor del estudio. “El descubrimiento de este planeta junto con otros descubrimientos anteriores como Próxima b y d, demuestra que nuestro ‘patio trasero cósmico’ está lleno de planetas de baja masa”.

Este trabajo ha contado con la participación de otros investigadores del IAC como Rafael Rebolo, Atanas Stefanov, Nicola Nari, Vera Passegger, Carlos Allende Prieto, Ricardo Génova y Enric Pallé.