El Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos ha concluido en la reunión mantenida este viernes, 16 de febrero, que los datos recabados desde el pasado 10 de febrero sobre la actividad sísmica en la Isla de La Palma apuntan a una nueva entrada de material magmático de bajo volumen y a gran profundidad, se informa en nota de prensa.
En la reunión, presidida por la viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad, Blanca Pérez, participaron representantes de la Administración General del Estado, Instituto Geográfico Nacional (IGN), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Instituto Español de Oceanografía (IEO), especialistas de las dos universidades canarias (ULPGC y ULL). Estuvieron también presentes la directora general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Nazaret Díaz, y el subdirector de Protección Civil y Emergencias, Néstor Padrón.
Los expertos analizaron los parámetros de la actividad sísmica en la Isla en los últimos días e hicieron un pronóstico de evolución que aleja, a corto plazo, las posibilidades de que se produzca una erupción volcánica en la Isla.
Desde el pasado 10 de febrero, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha detectado 928 movimientos sísmicos en La Palma y su entorno, la mayor parte de muy baja intensidad, y ha localizado 85 de ellos, con una profundidad de entre 25 y 30 kilómetros, que no han sido sentidos por la población.
La viceconsejera Blanca Pérez destacó que la Isla “está más vigilada que nunca” y que al instrumental ya instalado se sumará a finales del mes de marzo el Instituto Español de Oceanográfico, que tiene previsto realizar una nueva campaña frente a la costa sur de La Palma para seguir estudiando este fenómeno.
Por su parte, María José Blanco, directora del IGN en Canarias y portavoz del Comité Científico, aclaró que las mediciones no detectan deformación en el terreno y recordó que esta actividad sísmica, que ya se vivió en el mes de octubre y que ahora se ha repetido, “acompaña a las islas volcánicamente activas”.
María José Blanco, informa Efe, ha reiterado que se trata de una nueva entrada de material magmático bajo el edificio insular de La Palma, fenómeno, que, según ha explicado, acompaña a las islas volcánicamente activas.
Ha explicado que se cuenta con el instrumental necesario para realizar el seguimiento y vigilancia de la actividad volcánica y cualquier actividad es detectada desde el punto sísmico y geoquímico.
En este caso, ha añadido la experta, desde el punto de vista geodésico no se han detectado deformaciones observables en la superficie dada la profundidad de la intrusión magmática.
Blanco ha recordado que las reactivaciones que se produjeron en la isla de El Hierro tras la erupción volcánica submarina fueron más intensas que el periodo preeruptivo y no terminaron con ningún fenómeno en la superficie.
“Lo población no tiene que preocuparse pero no hay que olvidar que vivimos en un territorio volcánicamente activo. Desde 1971 (erupción del Teneguía) se nos habíamos olvidado y en el 2011 (erupción submarina en El Hierro) lo recordamos” ha señalado la directora del IGN en Canarias.
Ha dicho que el magma podría salir a la superficie en cualquier isla, “pero para esto contamos con los sistemas de vigilancia”
Blanco ha explicado los medios de los que dispone el IGN en La Palma con 13 estaciones de detección sísmica así como la campaña en Cumbre Vieja, donde se han aumentado el número de estaciones de vigilancia geoquímica y de control de la emisión de gas radón.