Lleva más de 20 años como máximo responsable del ajedrez en La Palma y el pasado 11 de diciembre fue elegido presidente de la Federación Canaria de Ajedrez. El palmero José Carlos Martín dirigirá la ‘política’ ajedrecística en el Archipiélago durante los próximos cuatro años y se ha marcado varios retos para que la sociedad pueda sacar el máximo provecho a este deporte ciencia, al que considera una herramienta fundamental para avanzar en el terreno educativo, deportivo y hasta social. “En Canarias hace falta una cultura de pensar, un pensamiento crítico, y el ajedrez ayuda a lograrlo; no tenemos que creernos todo, debemos pensar por nosotros mismos y no por lo que nos diga la gente, cuestionarlo todo”, ha manifestado a LA PALMA AHORA.
José Carlos Martín está vinculado al ajedrez desde hace más de dos décadas y en ese periodo “he hecho de todo: he sido presidente del Club CajaCanarias –ahora Fundación CajaCanarias-, del Centro Insular de Ajedrez de CajaCanarias, coordinador de las actividades ajedrecísticas del Cabildo, monitor, administrador de la página web del club, redactor y hasta fotógrafo”. En los últimos cuatro años también ha sido vicepresidente de la Federación Canaria de Ajedrez. “Este nuevo cargo supone un paso adelante, más responsabilidad y también más ilusión; el ajedrez forma parte de mi vida desde hace muchos años, y ahora me marco como meta intentar lograr en Canarias lo que he conseguido en La Palma con el ajedrez”, asegura. “Hay dos islas predominantes en el ajedrez, Tenerife y Gran Canaria, y cada una tiene su propia federación, cada una intenta hacerlo de la mejor forma posible, pero la Federación Canaria debería ser el aglutinante de todas, e intentar implantarnos de una forma más atractiva dentro del panorama deportivo del Archipiélago”, señala.
Canarias, en opinión de José Carlos Martín, “se está quedando atrás en cuanto a torneos internacionales; aquí tenemos una sector fundamental que es el turismo, y el ajedrez y el turismo se pueden fusionar y convertirse en una buena herramienta para traer al Archipiélago ajedrecistas de otros territorios y países”, apunta. “Quiero que el ajedrez como deporte se conozca más, porque es atractivo y no va contra ninguna otra modalidad; al contrario, sirve para que las demás modalidades deportivas mejoren”, afirma. “Hay que lograr que el ajedrez como educación tenga más protagonismo, y organizar un mayor número de torneos”, insiste.
En Canarias existen más de 1.000 personas federadas y en La Palma el ajedrez está presente, como actividad extraescolar, en 45 colegios. “Es un deporte que está creciendo, que tiene un futuro prometedor, porque hay una directiva de la Unión Europea que plantea implantar el ajedrez como asignatura en los centros docentes”, dice. “También en el año 2012 el Parlamento de Canarias aprobó que el ajedrez se convirtiera en una asignatura más dentro del currículum escolar, aunque no se ha profundizado en este tema, y la iniciativa fue respaldada por todos los partidos políticos”, recuerda.
El presidente de la Federación Canaria de Ajedrez está convencido que este deporte ciencia “es una herramienta básica fundamental para que la escuela mejore; tiene aspectos pedagógicos que potencian la capacidad de razonar, de pensar de forma lógica, de planificar, de preguntarte siempre el por qué de las cosas, de mantener el cerebro despierto; las personas que juegan al ajedrez van un poquito por delante, me refiero a que planifican con anterioridad a los acontecimientos”, explica. “En resumen, el ajedrez ayuda a pensar y, por tanto, todo lo demás que hagas te saldrá mejor”, sostiene.
La Palma, en lo que a ajedrez se refiere, en el contexto regional, “es una potencia”. “Somos segundos casi siempre y primeros muchas veces, y a pesar de ser una isla pequeña, si hacemos una comparación, en este deporte superamos a muchas comunidades de España”, defiende. “Tenemos un potencial enorme, niñas y niños muy buenos, y es un deporte con mucho futuro por el que cada vez más apuestan las instituciones; hay proyectos muy bonitos para aportar a la sociedad palmera”, concluye.