La Plaza de España de Los Llanos de Aridane se llenó la noche de este sábado para disfrutar de los conciertos programados dentro del Isla Bonita Love Festival, donde se reivindicó “la necesidad de aceptar todas las formas de amar que existen”, según se informa en una nota de prensa. El público que asistió a la cita no dejó de bailar con las actuaciones programadas en el marco del Isla Bonita Love Festival, donde destacaron la presencia de la diva canaria Nalaya Brown, considerada una de las mejores voces del dance en Europa, y el DJ Ray Castellano, que una vez más se entregó al público de La Palma haciéndoles disfrutar con su música hasta altas horas de la madrugada.
Desde el mediodía la música comenzó a sonar en el municipio llanense con las actuaciones de las agrupaciones folclóricas Troveros de Asieta y Los Viejos, a los que tomó el relevo la trompetista holandesa con raíces colombianas, Maite Hontelé, que hizo disfrutar a los asistentes al ritmo de salsa.
El dúo canario Santos y Ledes también mostró su música al público que se acercó a la fiesta durante la jornada y después llegó el turno de los Dj Leo Blanco y Manuel de Diego, al que después se unió la diva canaria Nalaya Brown, que hizo vibrar a la gente cantando reconocidos éxitos musicales y atreviéndose con algo de beatboxing en un espectáculo en el que, incluso, se bajó del escenario para sentir la cercanía del público.
La palmera Martina Rey, artista destacada dentro del panorama LGBTI, fue la encargada de presentar con su espectáculo a las cantantes nacionales seguidas también dentro del colectivo, Kika Lorace y La Prohibida, que reivindicaron el orgullo LGBTI y destacaron la importancia de la libertad en la sociedad durante sus actuaciones.
El Dj Ray Castellano llegó al escenario sobre las dos de la madrugada donde continuó con la fiesta que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, también con la actuación de Joaquín Sanchiz, conformando así un gran espectáculo visual y musical que pone a La Palma a la vanguardia de la defensa del cumplimiento efectivo de los derechos del colectivo LGBTI y, además, resultó una oportunidad para contar en la Isla con un evento de ocio de primer nivel.