El hematólogo Manuel Nicolás Fernández Rodríguez ha recibido este jueves el título de Hijo Predilecto de La Palma en el transcurso de una sesión extraordinaria y solemne del pleno del Cabildo.
La propuesta de concesión del referido reconocimiento a este ilustre palmero fue formulada por la Sociedad Económica de Amigos del País de Santa Cruz de La Palma.
Manuel Hernández, Premio Canarias de Investigación 2005, fue jefe del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, centro pionero en el trasplante de médula ósea gracias a sus investigaciones.
Este médico, que ya se encuentra jubilado, es autor del Manual del Banco de Sangre, una publicación que sigue siendo referente en los bancos de sangre de España.
Fernández Rodríguez nació en Santa Cruz de La Palma el 10 de septiembre de 1938 en la Calle Díaz Pimienta, número 9.
Pasó su infancia, hasta los 10 años (1948) en La Dehesa-Las Nieves, donde sus padres eran maestros de primera enseñanza.
Estudió el Bachillerato en Instituto Nacional de Enseñanza Medida de Santa Cruz de La Palma (hoy Instituto Alonso Pérez Díaz) desde 1948 a 1955.
En 1955-56 realizó el curso Preparatorio para Medicina en la Universidad de La Laguna. Desde 1956 a 1962 cursó los estudios de Medicina en Universidad de Madrid, en la actualidad Universidad Complutense.
Para seguir su formación en el campo de la Hematología estuvo en el MD Anderson Hospital en Houston (1965-1967) y luego a la Mayo Clinic en Rochester (Minnesota) desde 1967 a 1968.
De su trabajo en el MD Anderson Hospital resultó “la tesis doctoral del trabajo pionero en el estudio de alteraciones cromosómicas en Leucemias”.
Del trabajo desarrollado en la Mayo Clinic resultó la primera publicación científica del Dr. Fernández con difusión a nivel internacional.
En 1968, a los 29 años, regresó a España para hacerse cargo del desarrollo de un moderno Servicio de Hematología en la Clínica Puerta de Hierro, que dirigió durante 40 años, hasta su jubilación en 2008, desarrollando su actividad asistencial, investigadora y docente, al frente de un equipo que llegó a tener cerca de 100 personas.
Además, fue docente en la Facultad de Medicina de la UAM desde su creación en 1969. Fue Catedrático de Hematología desde 1982.
A lo largo de los 40 años que estuvo al frente del Servicio de Hematología de Clínica Puerta de Hierro participó activamente en múltiples congresos y simposios internacionales y nacionales en el campo de la Hematología en “todo su amplitud y especialmente en lo relativo a trasplantes de médula y sangre”.
Ha participado en números simposios y congresos internacionales especializados en la materia.
En 2006 fue nombrado Hijo Adoptivo de Breña Baja, donde tiene su segunda vivienda.
A continuación recogemos el discurso del presidente del Cabildo, Anselmo Pestana:
Es innegable que determinadas profesiones se estudian por inquietud y se ejercen por vocación, y no hay más que ver el excelso currículum del profesor, doctor, Don Manuel Nicolás Fernández Rodríguez para darnos cuenta de que ha convertido su profesión, la medicina y la investigación, en la gran pasión de su vida. Hoy, cuando hablamos de trasplantes de médula y sangre, asumimos esos conceptos como naturales, no sabemos a ciencia cierta cómo funcionan, pero sí el milagro de la sanación y la vida que significan. Lo que no sabemos es hasta qué punto el Dr. Manuel Fernández ha sido vital en su estudio, desarrollo y aplicación.
El Dr. Manuel Fernández nace en Santa Cruz de La Palma en 1938, fruto de la unión entre D. Francisco Fernández Pérez y D.ª María Rodríguez López, ambos maestros, con los que se traslada a La Dehesa junto con sus dos hermanos Juan Julio y Jaime, donde se sucede su más tierna infancia. Si hace memoria el doctor sobre esa época nos regala historia viva, reciente y cercana sobre la escuela donde ejercían como maestros de primaria sus padres, sobre la vida alrededor de la Virgen de La Nieves y su cura por aquel entonces, Don Antonio y su sacristán Juanito y su tiendecita en los bajos de la Casa de Romeros en la que vendía exquisitos queques, alfajores y pirulís caseros; hace memoria también de los eucaliptos, gallos y gallinas, huevos recién puestos, vid, palomas, hornos de leña con pan humeante, estanques, árboles, la molina, perros podencos, hurones, agua y jabón, abejas, alfombras de Corpus, patios de flores, salones para festejos, bodas y funerales… todo ello frente a la carretera por la que pasaba la vida de postguerra en La Palma, junto a sus vecinos, que en aquella época eran casi familia y con ese cariño los evoca.
En 1948, se traslada con su familia desde La Dehesa al barrio de San Sebastián, donde comienza otra etapa de su vida, paso previo a la madurez, cursando Bachillerato, del que obtuvo Premio Extraordinario, en el Instituto Nacional de Enseñanza Media desde 1948 a 1955, año en el que pone rumbo a Tenerife para iniciar el Curso Preparatorio par Medicina.
Desde 1956 hasta 1962 cursa estudios de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, licenciatura que concluye con Premio Extraordinario, y es significativo cómo Don Manuel Fernández habla con inmenso respeto y cariño de sus profesores, modelos influyentes en su desarrollo profesional y personal. Figuras tales como D. Antonio González González, que llegó a ser Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1986 y Premio Canarias de Investigación e Innovación en 1984; los profesores D. Francisco Orts Llorca, y D. José Casas Sánchez, catedráticos, respectivamente, de Anatomía y Patología General; o el profesor D, Carlos Jiménez Díaz, catedrático de Patología Médica, fundador del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas, Clínica de la Concepción, hoy Fundación Jiménez Díaz, donde consiguió una importante beca de postgrado. Fue clave en su desarrollo profesional pues, el profesor Jiménez Díaz quien orientó a nuestro homenajeado para que dirigiera su formación a la Hematología Clínica, un campo poco desarrollado en aquel entonces en España.
Posteriormente accedió al Centro Nacional de Investigaciones Médico-Quirúrgicas de la Clínica Puerta del Hierro de manos de su fundador, el profesor José María Segovia de Arana en 1964.
El año 1965 es, sin duda, fundamental en la vida de Don Manuel Fernández, pues contrae matrimonio con Pilar Nieves Vidal Peláez, madre de sus tres hijos Pablo, Diego y Ana Fernández Vidal, siendo también en ese año cuando de la mano del profesor Segovia pone rumbo a Estados Unidos para especializarse en Hematología. Invierte los dos siguientes años de su vida en el medio oeste norteamericano, concretamente en Texas y Minnesota, al M.D. Anderson Hospital Texas University y al Mayo Clinic, centros donde concluye su tesis doctoral, trabajo pionero en el estudio de alteraciones cromosómicas en leucemias, y emite su primera publicación científica con difusión internacional, no cesando desde ese momento Don Manuel Fernández de presentar sus importantes trabajos científicos en las más importantes publicaciones mundiales de medicina y ciencia.
De vuelta a España pone su sapiencia a servicio de los ciudadanos en el Servicio de Hematología de la Clínica Puerta de Hierro, servicio que dirigió hasta su jubilación en 2008, 40 años de incansable dedicación a las Personas, en mayúscula, con ardua actividad asistencial, investigadora y docente… ese es el resumen de la vocación convertida en pasión, de una férrea fe en la formación puesta al servicio de la humanidad, pues sus estudios, y obviamente él mismo, han dado la vuelta al mundo, participando activamente en congresos y simposios internacionales y nacionales.
Todos sus conocimientos han revertido a la sociedad no sólo desde la práctica de la medicina y de su actividad divulgadora, sino que se vincula a la enseñanza desde 1969, año en que se creó la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, donde impartió clases como docente, siendo en 1982 cuando se convierte en catedrático de Hematología. Es autor del Manual del Banco de Sangre, referencia ineludible para dichos centros durante décadas. Autor de 125 publicaciones científicas y coautor de 13 tratados colectivos de medicina. Bajo su dirección, el Servicio de Puerta de Hierro fue pionero, entre otros, en los trasplantes efectuados en España de médula ósea, de los progenitores hematopoyéticos, especialmente de sangre de cordón umbilical.
Es imposible resumir en este acto la capacidad formativa, personal y de expansión de conocimientos que ha desarrollado a lo largo de su carrera el Dr. Manuel Fernández, aunque humildemente espero que lo dicho haya servido para que nos hagamos una idea de la brillantez técnica de nuestro Hijo Predilecto, título con el que nos sumamos a la larga lista de reconocimientos que ha obtenido por su trabajo, que pasan, entre otros, por el Premio a la Investigación Clínica, otorgado en 2005 por la Sociedad Nacional de Científicos Españoles y el Premio Canarias a la Investigación y Desarrollo, otorgado igualmente en 2005 por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, o ya, fuera de nuestras fronteras con reconocimientos tan prestigiosos como el Shirley Nolan Award del Reino Unido, el Premio Uglestad Noruego y una Distinción por el Ministerio de Salud de Arabia Saudí, la Distinción de EBMT como miembro de Honor en París, Francia, y un largo etcétera.
Por todo lo dicho, no puedo hoy más que dar las gracias al que desde hoy es Hijo Predilecto de la isla de La Palma, gracias por llevar nuestro nombre allende ha estado, gracias por contribuir a la vida, a investigar altruistamente para que todos podamos tener una mejor salud, si me permiten la expresión, investigaciones que han obrado milagros médicos.
Estoy seguro de que D. Manuel Fernández siempre iba y venía, y tiene en su corazón siempre a su isla y a su gente, a sus paisanos. No nos extrañaría que en muchos momentos de su vida, tuviera la añoranza de su tierra, en algo así como lo relató la escritora palmera Elsa López, Medalla de Oro de Canarias, vecina de El Planto, tan cerca de esas primeras experiencias vitales del hoy homenajeado. Nos dice Elsa López (El Viento y Las Adelfas):
“Cuando se me extravía la mirada en los límites de las mesetas
Y observo que más allá hay tierra todavía,
Y las nubes se estrechan como arañazos
A lo largo de un horizonte de tierra devastada,
Y recuerdo que si abro mi ventana
No veré ahora el mar;
Yo vuelvo a La Palma.
La Palma.
Mi isla.
El rincón más querido de todas mis nostalgias“
Es mi ánimo sincero y el de toda la Corporación, que adoptó por unanimidad el otorgamiento del título de Hijo Predilecto de La Palma, a D. Manuel Nicolás Fernández Rodríguez, que esta mención de hoy sirva para contagiar a las generaciones venideras, y que buena parte de la pasión por la vida que demuestra la andadura personal y profesional de Don Manuel Fernández les acredite que la formación nos lleva a las más altas cotas humanas y profesionales en la vida, y que con esfuerzo y compromiso, un joven de La Palma, de una remota isla en medio del Atlántico, puede lograr todo lo que se proponga expandiendo sus conocimientos y devolviéndolos con generosidad a la humanidad, dando vida y esperanza de vida dentro y fuera de nuestras fronteras.