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El enjambre sísmico de La Palma es compatible con una “pequeña intrusión magmática a 20 kilómetros de profundidad”

Efe/La Palma Ahora

Santa Cruz de Tenerife/Santa Cruz de La Palma —

La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, ha señalado, tras la reunión del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas (Pevolca), que los datos que arrojan los científicos son de “absoluta tranquilidad” y que no están preocupados por la sismicidad que se ha dado estos días en La Palma sino “ocupados” estudiando su evolución.

En declaraciones a los medios de comunicación, la viceconsejera ha indicado que también están estudiando los datos proporcionados por el Instituto Oceanográfico y ha asegurado que han movilizado todos los medios al alcance de la comunidad científica para estudiar un fenómeno que, según ha dicho, no se daba en La Palma desde hacía 27 años.

Por su parte, la directora del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, ha afirmado que la inestabilidad sísmica “es compatible” con una “pequeña” intrusión magmática a 20 kilómetros de profundidad.

Blanco ha anunciado que intensificarán la vigilancia tanto en tierra como en el mar para ver la posible evolución de este fenómeno, que a su juicio es “a gran profundidad”.

Blanco también ha enviado un mensaje de tranquilidad puesto que la sismicidad lleva más de 48 horas detenida y solo se han registrado dos pequeños eventos de una magnitud en torno a 1 en la escala Richter y no hay “nada más”.

La directora del IGN ha desvinculado la actividad volcánica que se ha producido estos días en Gran Canaria y en el sur de la isla de Tenerife tras asegurar que se tratan de “hechos que no tienen nada que ver” y que simplemente han coincidido en el tiempo.

El Gobierno de Canarias informa, por su parte, que el Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES) ha concluido en la reunión mantenida esta tarde, dentro del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), que los datos recogidos sobre la actividad sísmica en la Isla de La Palma desde el pasado sábado apuntan como posible origen a una pequeña intrusión magmática a gran profundidad. Sería, en todo caso, un fenómeno normal en zonas volcánicamente activas, si bien, en la Isla no se había producido en los últimos 27 años.

En el Comité, reunido bajo presidencia de la viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, participó la directora de Seguridad y Emergencias, Nazaret Díaz; el subdirector de Protección Civil y Emergencias, Néstor Padrón; el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra; María José Blanco, del Instituto Geográfico Nacional (IGN); Nemesio Pérez, del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Vicente Soler, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Inés Galindo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Eugenio Fraile del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Francisco Pérez Torrado, de la ULPGC, y técnicos de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.

El Comité analizó los principales parámetros indicadores de la actividad volcánica en Cumbre vieja y los medios que conforman la red de vigilancia volcánica en la Isla. En este sentido, se hizo un repaso de los instrumentos de vigilancia existentes y de los equipos de refuerzo que se han ido instalando desde la tarde del martes, como nuevas estaciones sísmicas portátiles y una antena GPS.

Además, se han intensificado las mediciones de CO2 difuso y de la geoquímica del agua y se está llevando a cabo una monitorización hidrogeoquímica, termográfica e interferometría satelital. El grupo volcanológico del ITER también ha incrementado las campañas de medición de emanaciones difusas de gases en Cubre Vieja.

En los próximos días, un buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) realizará mediciones en aguas profundas próximas a la costa de la Isla para contribuir a la recopilación de datos sobre este fenómeno.

Con la información recabada, el Comité ha pronosticado un escenario de baja peligrosidad a corto plazo, pero se mantendrá la vigilancia para hacer un seguimiento de la evolución del fenómeno.

Desde el sábado hasta ahora, se han producido en torno a 300 microsismos, de los que solo tres han alcanzado una magnitud significativa (entre 2,1 y 2,7 grados). En las últimas 48 horas solo se han registrado dos movimientos de baja intensidad, por debajo de 1,5 grados.