Leyra Piñero de Paz (34 años y natural de Villa de Mazo) es asesora fiscal, titulada mercantil y se dedica al asesoramiento contable y fiscal de empresas especializadas en el despacho R. Piñero & Asesores Asociados. Estudió Dirección de Empresas, realizó un máster en Contabilidad y Auditoría y es experta en derecho tributario. Mientras ejercía profesionalmente, sacó tiempo para cursar la carrera de Derecho, consiguiendo la habilitación el pasado mes de julio. Es miembro de la Asociación de Profesionales Laborales, Jurídico, Económico y Social de La Palma, que recibió el Premio Menina otorgado por la Delegación del Gobierno de España en Canarias por realizar distintas acciones enfocadas en la formación y especialización de los profesionales liberales de la Isla. Está comprometida con la sostenibilidad ambiental y participa en la gestión de la Ecofinca Nogales, un proyecto familiar localizado en Puntallana.
Eres miembro de la Asociación de Profesionales Laborales de La Palma. ¿Qué destacarías del trabajo que desarrolla?
Nuestra labor como asociación es la de realizar distintas acciones enfocadas en la formación y especialización de los profesionales liberales de La Palma y que además están integrados en la asociación. Hace dos años nos otorgaron el Premio Menina que Delegación del Gobierno de España en Canarias por incluir temario en contra de la violencia de género y a favor de la igualdad en todas nuestras formaciones y que desde la asociación llevamos a cabo para el constante aprendizaje y reciclaje de nuestros socios, especialmente por el desarrollo de las jornadas Reto para la justicia en materia de igualdad dentro del programa social del Isla Bonita Love Festival. La Asociación se creó tras la participación de algunos de sus fundadores en la organización de las que fueron las primeras jornadas laborales de La Palma en colaboración con el Cabildo en 2017, una vez creada esta cogimos el testigo consiguiendo hacernos un hueco importante en la agenda de los profesionales laborales en Canarias, tienen en cuenta y especialmente las que acabamos de clausurar, ya que han sido las únicas, de este tipo, que se han podido realizar de forma presencial en España desde que se declaró el estado de alarma. Esto supone dos cosas, que nuestros profesionales del ámbito laboral puedan estar al día de los cambios normativos y obtener recursos para ayudar a sus clientes, y que la isla de La Palma sea considerada para seguir organizando eventos de este tipo que son seguros y que en definitiva nos benefician a todos.
¿Cuál es tu día a día en tu trabajo?
Dentro de la asesoría de empresa dirijo el departamento fiscal, aunque cada día me involucro más en el departamento laboral especialmente ahora que terminé derecho y que la situación de los ERTE me ha obligado a apoyar a mi padre en el despacho en este ámbito. El día a día es revisar la contabilidad de los clientes, atender las consultas de ámbito tributario, la organización y gestión del despacho y ahora, además, el asesoramiento de las empresas para las medidas a tomar con sus trabajadores y. A todo ello hay que sumarle también la formación continua; porque cada empresa es un mundo que necesita un análisis concreto, y ahora con todos los cambios legislativos, se requiere más dedicación al estudio.
El estado de alarma ha sobrecargado de trabajo a los profesionales laborales, pero ¿qué ha supuesto para ti en positivo?
De entrada, ya me ha empujado a que me adentre en la parte laboral del despacho y no sólo en la fiscal. Mi padre ha ido sembrando una semillita a base de debates que hemos tenido durante el confinamiento y esto ha desarrollado mi interés por el derecho laboral. En mi caso, el estado de alarma nos ha hecho un favor al poder tener tiempo como padre e hija y socios para ir debatiendo y tomar decisiones inmediatas y futuras. De esos debates se tomaron decisiones tan importantes como la de proteger el empleo cuando la situación indicaba la necesidad de despedir, mientras se esperaba la figura del ERTE por fuerza mayor y sus limitaciones a esa destrucción de puestos de trabajo. Desde el primer lunes del estado de alarma todo el personal del despacho sacrificó muchas horas para poder sacar adelante los ERTE de todas las empresas y que sus trabajadores pudieran cobrar. Nos unió la adversidad y la necesidad de buscar soluciones por el bien de nuestros clientes y sus trabajadores. Todo esto sacamos de positivo del estado de alarma.
Eres joven, ¿siempre has tenido claro a lo que te querías dedicar y en dónde?
Al principio quise estudiar magisterio, pero soy una persona impaciente y no creo que ayudase mucho en la formación de los más pequeños. Después me interesó la abogacía, pero tenía miedo a defender a alguien con quien no estuviese de acuerdo y como desde pequeña mi hermano y yo pasábamos los veranos ordenando la documentación de las nóminas en el despacho de mi padre, me fui acostumbrando y terminó por gustarme, aunque me decanté por la contabilidad. También tuve claro que yo quería regresar a La Palma y cuando terminé la licenciatura en Cantabria ya pensaba volver, pero mis padres me aconsejaron que siguiera formándome si quería entrar a trabajar en el despacho. Entonces hice el máster de Contabilidad y Auditoría en Valencia y una vez finalizado ya volví a La Palma y fue entonces cuando mi padre me aceptó en el despacho, eso sí, siempre con la condición de seguir formándome, y ya luego, quise complementar mis estudios con el derecho.
Como mujer, ¿consideras que este es un mundo de hombres?
A mi alrededor veo muchísimas mujeres que nos hemos formado para estos trabajos, hay más graduadas sociales mujeres que hombres en La Palma ahora mismo, asesoras fiscales al frente de despachos somos muy pocas, pero bastante jóvenes. Donde más noto el desequilibrio es en las empresas que son nuestros clientes, la gran mayoría están dirigidas por hombres con respecto a una minoría de mujeres que se atreve a emprender.
¿Crees que por tu juventud y condición femenina te tienen menos en cuenta?
Al principio cuando llegué a trabajar en el despacho sí que me encontré con muchos comentarios del tipo “tienes trabajo porque tu padre te ha dado un puesto” y la gente desconocía todo lo que tuve que formarme para ganármelo. También tuve clientes que se negaban a trabajar conmigo y sólo se reunían con mi padre. Actualmente todavía queda alguno que tiene dudas, y me ha sucedido incluso con mujeres que han preferido tratar con mi padre a pesar de que la formación sobre el tema la tenga yo, y muchas veces es él mismo quien le dice al cliente que se equivoca y que con quien debe hablar es conmigo, lo que siempre es de agradecer, pues supongo que hay quien se olvida de que también fue joven y que todos merecemos una oportunidad. Claro que cuando estás empezando esto te afecta, pero mis padres me han ayudado a tomarme estas cuestiones como un reto para superarme, y luego llega el día en que alguien entra al despacho para decirte que quiere que seas tú quien le asesores, y en alguna ocasión, por ser lo que a otros les generó reparo, mujer y joven, y eso te motiva.
Además de la asesoría también gestionas una ecofinca con un espacio para celebraciones. ¿Por qué te has decantado por lo ecológico?
Es un proyecto familiar en el que está involucrada toda la familia y apostamos por lo ecológico como una forma de cuidar nuestra salud y el medio ambiente, y no somos los únicos que creemos en esto, cada vez son más las personas que se plantean el consumo ecológico. El proyecto de Ecofinca Nogales va desde la propia explotación agrícola, el agroturismo con las visitas guiadas, y poder organizar eventos en un espacio que conecta con la agricultura sostenible y saber que todo alrededor es natural.
¿Cómo te ves de aquí a cinco años, como agricultora, asesora o abogada?
Me encanta la asesoría y no creo que la deje por otros trabajos, tengo muchos proyectos dentro del despacho, quiero acercar la asesoría a los clientes facilitando de forma on line la gestión evitando desplazamientos, quiero una asesoría completamente integral e ir ampliando servicios Con la finca tengo la ilusión de seguir con el proyecto de celebraciones de eventos y cerrar el círculo ecológico con la cría de ganado vacuno que nos proveerá de abono orgánico y natural, además de una cámara de frío que nos permita mantener los alimentos para su entrega directa al consumidor particular.. Me veo igual que ahora porque me gusta lo que hago.