La retirada de la ceniza volcánica de las casas del Valle de Aridane evitó el colapso de los techos de muchos inmuebles. Una investigación de la Universidad de Ginebra, en la que participa el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), resalta “la importancia de determinadas actuaciones de los responsables de la emergencia para minimizar el impacto del peligro asociado a los piroclastos de caída (tepfra)”, informa el Involcan.
“Si no se hubieran tomado medidas de limpieza, estimamos que el 11% de los edificios evaluados habrían igualado o superado una probabilidad del 75% de colapso del techo, mientras que sólo se han observado 10 colapsos del techo (es decir, el 1,3% del número total de edificios analizados)”, explica.
Este trabajo proporciona “información clave para el desarrollo y mejora de los planes de emergencia para gestiones de futuras crisis volcánicas”, destaca.
La nueva publicación científica sobre la erupción del Tajogaite está liderada por del grupo de Volcanología de la Universidad de Ginebra (Suiza), con la participación del Instituto Volcanológico de Canarias, “la institución científica española que promovió el mayor programa de colaboración científica internacional durante la reciente actividad eruptiva de La Palma”, subraya.
El trabajo ha sido publicado en la revista científica internacional ‘Frontiers in Earth Science’ y resalta “la importancia de determinadas actuaciones de los responsables de la emergencia durante la erupción del Tajogaite para minimizar el impacto del peligro volcánico asociado a los piroclastos de caída (tepfra)”.
“Las erupciones sostenidas durante semanas o meses pueden exhibir estilos tanto efusivos como explosivos y su evolución pulsante, típicamente inestable en el tiempo y el espacio, conlleva una gestión de crisis compleja. Aunque predominantemente efusiva, la erupción de Tajogaita de 2021 del volcán Cumbre Vieja produjo una capa de tefra equivalente a un VEI 3 (Indice de Explosividad Volcánica por sus siglas en inglés VEI) durante 85 días de actividad. Aproximadamente un mes después del inicio de la erupción, se implementaron operaciones de limpieza para mitigar el impacto de la carga de la capa de tefra en los edificios primarios”, recuerda.
En el trabajo se hace “una evaluación de impacto posterior al evento en 764 edificios primarios, que amplía nuestro conocimiento empírico sobre la vulnerabilidad de los edificios a la caída de material piroclástico (tefra) para incluir los impactos de erupciones tan duraderas que causan emisiones sostenidas de tefra. Estas observaciones de campo se analizan en la perspectiva de las curvas de fragilidad existentes, imágenes satelitales de alta resolución y una reconstrucción de la evolución espaciotemporal de la capa de tefra para caracterizar la evolución del colapso del techo debido a cargas estáticas a lo largo del tiempo”, detalla.
“Gracias a una correlación cronológica entre la evolución temporal de la sedimentación del material piroclástico de caída (tefra) y el momento de las operaciones de limpieza, cuantificamos su efectividad para mitigar el colapso del techo. Si no se hubieran tomado medidas de limpieza, estimamos que el 11% de los edificios evaluados habrían igualado o superado una probabilidad del 75% de colapso del techo, mientras que sólo se han observado 10 colapsos del techo (es decir, el 1,3% del número total de edificios analizados). Este trabajo proporciona información clave para el desarrollo y mejora de los planes de emergencia para gestiones de futuras crisis volcánicas”, concluye.
Los autores de la investigación son Reyes-Hardy M.-P., Biass S., Dominguez L., Di Maio L. S., Frischknecht C., Bonadonna C. and Pérez N. M. (2023) El trabajo, con el título ‘Temporal evolution of roof collapse from tephra fallout during the 2021-Tajogaite eruption (La Palma, Spain)’ ya sido publicado en ‘Frontiers in Earth Science, Volume 11’.