Un agricultor de La Palma denuncia que le han robado 10.000 euros en castañas y fruta

Efe

9 de noviembre de 2024 10:19 h

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Uno de los últimos productores agroforestales de La Palma, Daniel Mentrel, ha denunciado la pérdida de más de 10.000 euros en producción debido al robo de unos 700 kilos de castañas, así como cientos de kilos de manzanas, ciruelas, peras y otros productos en el último mes.

Estos hurtos no solo han supuesto un daño económico, sino que también ha dejado destrozos en su finca, incluyendo vallados rotos, la retirada de carteles de prohibición “y hasta insultos y amenazas cuando intento echar a la gente de mi terreno”, explica a EFE Mentrel.

Este agricultor defiende la rentabilidad de su producción explicando que, con solo dos meses de mantenimiento y tres meses de cosecha, podría generar hasta 20.000 euros de beneficios anuales.

Sin embargo, debido a los constantes robos, ha decidido no comercializar sus productos, ya que no le sale rentable darse de alta en actividades económicas “para no poder vender ni la mitad de lo que debería cosechar y, encima, estar haciendo el trabajo de las autoridades”, detalla.

Además, el productor hace un llamamiento a la conciencia ciudadana sobre el respeto a los cultivos forestales, porque tiene la impresión de que “la gente los ve como una barra libre para quien quiera”.

Mentrel asegura que su cultivo es sostenible, ya que no requiere riego, fertilizantes ni químicos, y que su mantenimiento es mínimo: “solo hace falta quitar las ramas secas y mantener la finca limpia”, afirma este firme defensor de los cultivos agroforestales, que cada vez están más en declive.

Por ello, solicita un mayor apoyo desde las instituciones a este modelo de agricultura, a la vez que les afea que destinen la mayoría de políticas agrarias y esfuerzos económicos “a lo contrario, a los cultivos de regadío que no son sostenibles”.

Con más de 50 castaños adultos en producción y otros 20 comenzando a producir, Mentrel estima que podría obtener entre 3.000 y 5.000 kilos de castañas al año. No obstante, los robos reducen esta cifra a 2.000 kilos, lo que desespera a este agricultor que ve cómo “el que tiene su terreno cuidado al final es el que menos castañas cosecha”.

Aunque Mentrel reconoce el esfuerzo de la Guardia Civil, que ha incrementado sus patrullajes y multas durante la semana, sostiene que la situación es distinta los fines de semana.

“El monte se llena de gente a la que nadie le dice nada”, ha lamentado el agricultor, cuya rutina diaria actualmente implica, además de la recolección y tratamiento de castañas, “en correr de finca en finca echando a la gente, ir al cuartel de la Guardia Civil a poner denuncias y arreglar el vallado”, según relata.

Al estar ubicado en un espacio natural protegido, Mentrel tampoco puede, ni quiere, cercar completamente sus fincas, consciente de que “sería como ponerle puertas al campo, literalmente, lo cual es imposible”.

A pesar de la alta demanda de castañas en La Palma, donde se llega a pagar en torno a cinco euros el kilo para el productor, Mentrel insiste en que no venderá su cosecha hasta que se tomen medidas para frenar esta problemática.