Lo más importante cuando diseñas un aplicativo, web… son las personas que lo van a utilizar. Ellos son tu target.
El diseño y la experiencia del usuario son conceptos clave en la usabilidad. Los consumidores de tu producto, que no tienen porqué ser expertos, son quienes se benefician de estos dispositivos en su día a día, en el trabajo, en su tiempo libre. Por eso, es imprescindible construir interfaces naturales, efectivas e intuitivas.
¿Recuerdas tus primeras fotocopias a doble cara? Aquí tienes una imagen de cómo Allen Newell y Ron Kaplan, dos de los principales investigadores científicos de Xerox, tardaron más de 20 minutos en hacer dichas fotocopias de un documento de 50 páginas. No eran tontos evidentemente, pero no estaban familiarizados con aquello. Si quieres saber mas, pincha aquí.
La usabilidad, según Wikipedia, hace referencia a la facilidad para utilizar una herramienta o dispositivo digital con el fin de obtener un objetivo concreto.
Un buen diseño hace la vida más fácil a la gente; puede ser alegre, claro, elegante… En cambio, uno malo puede ser frustrante y el causante de que abandones una tarea sin terminarla. Un mal diseño de instrumental médico, en los paneles de mando de alguna central nuclear o torre de control de aviones o trenes son áreas donde una mala interfaz de usuario y errores de software pueden llegar a costar vidas. ¿Cuantas veces durante el instituto o la universidad tuviste largas conversaciones con tu ordenador porque no sabías como hacer algo o Cuánto tiempo perdiste frente al ordenador porque no sabías hacer una tarea o esperabas a que se cargarse un programa? Que recuerdos!! Pero gracias al feedback de usuarios, la experiencia… se han corregido dichos errores.
Las buenas interfaces son invisibles para nosotros, pero pueden tener un gran impacto en la sociedad y en los individuos, ayudándolos a conseguir sus objetivos. ¿Qué haríamos sin compartir fotos y vídeos? ¿Cómo, con tan poco clicks, podríamos conectarnos con nuestros amigos o familia a varios kilómetros de distancia?
El diseño visual (colores utilizados, tamaño de la letra, equilibrio...) juega un papel importante a la hora de conseguir una valoración favorable por parte de tus usuarios/ clientes junto con los elementos de la interfaz, la funcionalidad y la arquitectura de la información. Puede marcar la diferencia entre una relación a corto o largo plazo.
Usamos aplicaciones y no nos planteamos qué desarrollo ha habido detrás. Esas son interfaces intuitivas, pero para llegar a eso, han habido muchas horas de dedicación y trabajo previo con prototipos, testeos, etc.
¿Sabías que Jeff Hawkins, inventor principal de la Palm Pilot se pasó mucho tiempo cargando con un bloque de madera? Increíble pero cierto. No aprendieron nada sobre la duración de la batería de la PDA, pero si sobre su forma y el tamaño más idóneo.
Los prototipos normalmente son productos inacabados, pero que aportan información valiosa. Aparecen aspectos que no tenías contemplados inicialmente y no pierdes el tiempo yendo por un camino erróneo.
Y tú, ¿qué interfaz consideras que habría que mejorar? ¿Cuál consideras que no está desarrollada para usuarios como tú y como yo?
Lo más importante cuando diseñas un aplicativo, web… son las personas que lo van a utilizar. Ellos son tu target.
El diseño y la experiencia del usuario son conceptos clave en la usabilidad. Los consumidores de tu producto, que no tienen porqué ser expertos, son quienes se benefician de estos dispositivos en su día a día, en el trabajo, en su tiempo libre. Por eso, es imprescindible construir interfaces naturales, efectivas e intuitivas.