Al menos catorce personas han muerto ahogadas en una zódiac cuyos ocupantes llevan pidiendo auxilio desde las 14.00 horas de este jueves desde un punto del Atlántico situado a unos 55 kilómetros de Cabo Bojador (Sahara), al sur de Canarias, mientras su barca se desinfla y se hunden.
Es la denuncia que realiza la activista Helena Maleno, fundadora de Caminando Fronteras, ONG que lleva toda la tarde en contacto con los náufragos y que ha transmitido su posición a las autoridades españolas y marroquíes para que movilicen medios de rescate. Por la localización del incidente, ha asumido la emergencia Rabat.
Maleno ha facilitado a la agencia de noticias EFE una foto enviada por los supervivientes que todavía siguen a flote, una imagen nocturna y borrosa en la que se ve a entre seis y siete personas sentadas a horcajadas sobre un flotador de una neumática, doblado y medio deshinchado.
Y también un audio que le ha remitido una de las ocupantes de la patera. En él se escucha a una mujer decir en francés: “Estamos aquí, Helena. Soy una mujer embarazada de nueve meses, estoy en el flotador (de la zódiac). Todos los chicos del medio (de la embarcación) han desaparecido, la gente está desapareciendo, hasta ahora no hemos visto a la Marina”.
“Toda la gente está desapareciendo. ¡Por favor ayúdennos, ayúdennos! ¡Estamos aquí, ayúdennos! Estamos sentados así en el flotador (se refiere a la imagen que adjunta con el audio). Es muy peligroso, el agua está entrando”, se lamenta la mujer
Helena Maleno ha explicado que, según la información que han recabado sobre esa neumática, se trata de un grupo de 58 personas que salieron el miércoles desde la costa del Sahara hacia Canarias y que ahora se encuentran al suroeste de Cabo Bojador.
Entre ellos, añade, hay siete mujeres (incluyendo a la embarazada) y dos niños.
La portavoz de Caminando Fronteras denuncia que, hasta el momento, Marruecos no ha hecho llegar ayuda a los ocupantes de esa neumática, ni tampoco Salvamento Marítimo español ha intervenido.
Por eso, expresa su temor a que ocurra lo mismo que el 21 de junio, cuando varias personas murieron al hundirse una zódiac al sur de Gran Canaria después de pasar toda la noche esperando a que llegara una patrullera de Marruecos, porque la emergencia la había asumido el Centro de Coordinación de Salvamento de Rabat.
Y ello, a pesar de que un barco de rescate español había estado a solo una hora de distancia de navegación de ellos, socorriendo a otra patera, cuando ya se conocían sus coordenadas.
Ese suceso dio lugar una denuncia de la Fiscalía de Canarias por presunto delito de omisión del deber de socorro contra los responsables del operativo en España, denuncia que desde este verano instruye un Juzgado de Las Palmas de Gran Canaria, que ha declarado secretas las actuaciones.