La falta de espacio en los centros de acogida obliga a los migrantes a dormir a la intemperie en Fuerteventura
Un total de 48 hombres, 12 mujeres, tres de ellas embarazadas, y tres menores han dormido a la intemperie en el muelle de Puerto del Rosario, tras ser rescatados de una nuemática la pasada noche, ante la falta de espacio en los Centros de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) después de que en un solo día se auxiliara a 171 personas en aguas próximas a la isla.
Tras llegar a Puerto del Rosario, los tripulantes de la neumática tuvieron que pasar la noche al raso en el muelle de la capital debido a la falta de espacio en los dos CATE, instalados por el Ministerio de Interior en la isla, tal y como han confirmado dos fuentes de los Servicios de Seguridad y Emergencias.
Aunque en un primer momento se pensó en instalar carpas en el muelle, finalmente los tripulantes de la patera tuvieron que quedarse a la intemperie.
Está previsto que a lo largo de la mañana sean trasladados a uno de los centros de acogida temporal, una vez sea vaciado.
La situación se produce después de una semana complicada en Fuerteventura, isla a la que han llegado esta semana más de 300 personas.Este viernes tres embarcaciones fueron socorridas por la Guardamar Talía. La primera de ellas con 59 personas, entre ellas 44 hombres, 11 mujeres y cuatro menores. Todos de origen subsahariano, salvo ocho que aseguraron ser de Bangladesh.
Cuando viajaban a puerto con las 59 personas a bordo, la embarcación de Salvamento Marítimo tuvo que regresar a por otras 49 que habían sido avistadas por un carguero mercante cuando intentaban llegar a Canarias. Durante el rescate, se dio por desaparecido a un hombre y se tuvo que evacuar a una mujer al hospital de Gran Canaria en estado grave después de que saltaran desde la neumática al mar.
La tercera, con 63 inmigrantes, entre ellos tres menores y tres mujeres embarazadas, fue rescatada por la embarcación Talía, después de que el avión Sasemar 103 localizara la neumática a 50 kilómetros de Fuerteventura.
A las personas que llegan en patera a las costas canarias se les aplica el protocolo COVID-19, en el que además de hacerles pruebas diagnósticas para detectar posibles casos positivos en coronavirus tienen que estar en grupos aislados, sin mezclar con los de otras pateras, hasta que son derivados a los recursos de acogida.
En estos momentos, existen dos CATE en la isla, uno en la nave Schengen del muelle de Puerto del Rosario con capacidad para unas 120 personas y otro ubicado en una nave alquilada por el Ministerio del Interior, en la zona de El Matorral, con capacidad también para unas 120 personas.
La intención es poder empezar la próxima semana a a utilizar la conocida como Nave del Queso, un recinto ubicado en una zona industrial a las afueras de Puerto del Rosario, propiedad del Cabildo que ha cedido las instalaciones al Ministerio del Interior por un plazo de cinco meses para ser usado como CATE donde llevar a cabo la filiación y el cribado del covid-19 durante las primeras 72 horas de llegada.
Fuerteventura cuenta también con un centro de gestión compartida gestionado por la ONG Cepaim, ubicado en un hotel de Caleta de Fuste, en el municipio de Antigua, además del campamento que Cruz Roja gestiona en El Matorral, donde se han ido retirando las carpas para comenzar las obras de un nuevo centro de acogida en las antiguas dependencias militares.
En lo que va de año, han llegado a Fuerteventura 79 pateras, 22 de ellas en octubre, el mayor número de embarcaciones en el periodo de un mes desde que se reabrió la Ruta Canaria desde el continente africano en 2019.
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