El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha apoyado este miércoles que los migrantes que ejerzan violencia en las islas sean repatriados, al tiempo que ha condenado con “igual contundencia” los episodios de “xenofobia y fanatismo” que se generan al calor del fenómeno migratorio que sufre el archipiélago. Esta decisión la adelantó este martes el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, tras la Junta de Seguridad celebrada en Mogán junto a la alcaldesa, Onalia Bueno y el juez de control del CIE de Barranco Seco, Arcadio Díaz Tejera.
En declaraciones a los periodistas tras una visita institucional a la isla de El Hierro, ha insistido en su “rechazo” a “cualquier acto de violencia” y por eso, ha puesto a la Policía Canaria a disposición de la Delegación del Gobierno y los ayuntamientos para que haya “más seguridad” en las islas, en referencia a los incidentes que se están generando en algunas zonas del sur de Gran Canaria.
Torres ha vuelto a reclamar “solidaridad” a la Unión Europea para afrontar la migración que padece Canarias, subrayando que no puede ser “una palabra que se queda en el aire”, de ahí que solicite “un pacto de asilo y refugio justo” para las personas que salen de sus países buscando un futuro mejor.
Asimismo, ha pedido más “solidaridad interterritorial” tanto para acoger menores migrantes no acompañados --Canarias tutela a más de 2.400-- como para activar derivaciones, reconociendo que “la pandemia está afectando como nunca” porque “es muy dificultoso” acometer el retorno a los países de origen e incluso la movilidad entre comunidades porque hay cierres perimetrados.
Torres ha apuntado que su Gobierno está colaborando con el Estado para dar la mejor atención a los migrantes que llegan a las islas pese a que su competencia son los menores, y sobre la gestión del Ejecutivo central, ha apuntado que el presidente Pedro Sánchez defiende la solidaridad con los territorios de frontera, lo mismo que los gobiernos de Italia o Portugal.
De hecho, ha reconocido que algunas cosas “se han hecho mejor” porque “ha desaparecido” el campamento de Arguineguín, en Gran Canaria, y se han habilitado espacios militares para la acogida, si bien ha vuelto a remarcar que cualquier administración va a “tener enfrente” al Gobierno canario, el Parlamento y la sociedad si se pretende “que toda la inmigración se quede en Canarias”.
Torres ha lamentado las dos muertes registradas en un cayuco que llegó en la última hora de este martes a El Hierro pues es “la otra cara de la inmigración” ya que “miles de personas han fallecido en la ruta del Atlántico” cuando huyen del hambre, la guerra o la persecución “y acaban muriendo” en el océano en su camino hacia Europa.
Pese a ello, ha dicho que se quedan “con la imagen” de los pescadores del pueblo de Órzola, en Lanzarote, que se lanzaron al agua para salvar vidas de una patera que había naufragado. “Esa es la esencia del canario y el ser humano”, ha indicado.