Los migrantes acogidos en el campamento construido en un antiguo cuartel militar del barrio de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, han denunciado este lunes que un reguero de aguas fecales ha cruzado las instalaciones y se ha colado en varias de las tiendas donde pernoctan. “Mira, mira. Pis, caca... de todo. Entró en la carpa, todo mojado”, se escucha decir en castellano a uno de los residentes en el campamento Canarias 50, en un vídeo que los propios migrantes han hecho llegar a varios medios de comunicación.
Las imágenes muestran un reguero de agua marrón que desciende desde la entrada del campamento y se introduce en carpas situadas más abajo, donde se ven charcos marrones en el interior, algunos debajo de las camas.
Consultada por Efe sobre esta queja, una portavoz de la Delegación del Gobierno ha señalado que esa entrada de aguas marrones se debió “a una incidencia técnica ajena externa al espacio en el que están instalados los recursos de acogida y vinculada a una avería”. “Con todo, se estableció contacto inmediato con los responsables municipales e inmediatamente, con total coordinación, se procedió a su resolución”, ha añadido.
Ese mismo campamento, que tiene capacidad para albergar a unas 400-500 personas, también sufrió otra incidencia el viernes por la noche, en medio de las copiosas lluvias que cayeron en Las Palmas de Gran Canaria. Esa noche, los residentes en el campamento también difundieron vídeos en los que se veía el suelo donde se levantan las tiendas completamente anegado y a varios de ellos caminando por una capa de agua que les llegaba por los tobillos.