Un 38% de las muertes en pateras y cayucos rumbo a Europa que se produjeron en 2021 tuvieron lugar en la ruta canaria. Así lo ha revelado este viernes un informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). ''El viaje por mar desde los estados costeros de África Occidental, como Senegal y Mauritania, hasta las Islas Canarias es largo y peligroso y puede durar hasta diez días. Muchos barcos se han desviado de su rumbo o han desaparecido sin dejar rastro en estas aguas'', reza el documento.
De las 3.000 personas que perdieron la vida intentando llegar al continente en embarcaciones precarias, 1.153 fallecieron en el mar antes de llegar al Archipiélago. Senegal, Mauritania, Marruecos y el Sáhara Occidental fueron los principales puntos de partida de los migrantes el año pasado. Al menos un 50% de las salidas se produjeron en el Sáhara Occidental. Naciones Unidas contabilizó entonces 23.042 llegadas. Una cifra que no coincide con la publicada en los informes del Ministerio del Interior, donde el dato cae a 22.316 personas en 542 embarcaciones.
''Muchos cruces se llevaron a cabo en botes inflables llenos y no aptos para navegar, que a menudo volcaron o se desinflaron, lo que provocó la pérdida de vidas'', subraya Naciones Unidas. Así, Acnur ha solicitado apoyo a los Estados para ofrecer alternativas a estos viajes y ''evitar que las personas se conviertan en víctimas de los traficantes''. La Agencia pide que se refuerce la asistencia humanitaria, el apoyo y ''las soluciones para las personas que necesitan protección internacional y los supervivientes de graves abusos de los derechos humanos''.
La portavoz de Acnur Shabia Mantoo ha insistido este viernes en Ginebra en que los Estados deben garantizar la atención a las personas que se desplazan o que están atrapadas en las rutas, interceptadas en el mar o retenidas en centros de detención “para determinar si tienen necesidad de protección internacional”. ''De lo contrario, los solicitantes de asilo, desplazados internos y otras personas seguirán optando por viajes peligrosos en busca de seguridad y protección'', apuntó Mantoo.
La cifra real de muertes en las fronteras marítimas es incontable, ya que muchos cuerpos no se pueden recuperar y muchas embarcaciones desaparecen por completo con todos sus ocupantes a bordo. Mientras que Naciones Unidas contabiliza 1.153 muertes en la ruta canaria, Caminando Fronteras en su monitoreo de 2021 registró 4.016 en 124 naufragios.
Las muertes siguen en 2022
Pese a las advertencias, las muertes no cesan este año. Esta última semana han muerto 31 personas intentando llegar al Archipiélago. De todas ellas, solo ha podido rescatarse un cuerpo. El resto de los cadáveres se quedaron en el mar. El 26 de abril llegó a Gran Canaria una patera con 36 supervivientes y una mujer fallecida. En el camino perdieron la vida 24 personas. Entre ellas, siete bebés.
Al día siguiente, el colectivo Caminando Fronteras alertó de una neumática a la deriva con 59 personas a bordo en aguas próximas a Tarfaya, en Marruecos. ''Llevan pidiendo auxilio a las autoridades desde las diez de la mañana'', apuntó Maleno. Los ocupantes de la barcaza le transmitieron que el tiempo estaba empeorando y que la zodiac no era estable. “Estamos muertas de miedo”, le dijeron. Pocas horas después, la activista Helena Maleno notificó la muerte de seis migrantes que cayeron de esta lancha.