El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha pedido responsabilidades por lo ocurrido este martes en el muelle de Arguineguín, cuando más de 200 migrantes fueron expulsados del puerto sin alternativa habitacional ni dinero por los policías. Torres ha defendido que esta no puede ser la línea del Ejecutivo central para coordinar la crisis migratoria que ha sumido al Archipiélago en un pozo sin respuestas y espera que no se vuelva a repetir.
“Tiene que saberse quién tomó esa decisión y que alguien asuma la responsabilidad. Lo ocurrido es un hecho incalificable, indefendible, no tiene lógica”, ha expuesto Torres en una entrevista en la Cadena SER este miércoles. El presidente canario ha confirmado que tuvo conocimiento de lo que estaba pasando gracias a un aviso de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno. “Lo que hicimos fue buscar una salida conjunta durante la tarde y la noche para que esas personas tuviesen un destino que no fuese la calle”, agregó.
La crisis migratoria, ha dicho Torres, está sacando “lo peor y lo mejor de las personas”. Los migrantes que fueron ubicados en la Plaza de la Feria, en Las Palmas, fueron increpadas y recibieron ayuda de otros canarios por igual. Algunos vecinos salieron y repartieron leche, galletas y otros alimentos. Estas personas, ha reiterado el presidente, “no son bultos, no son sacos de papas, salen de sus países buscando una vida mejor”.
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