El Ministerio del Interior retomará el 10 de noviembre los vuelos de devolución de inmigrantes irregulares desde Canarias a Mauritania, que están suspendidos desde marzo, cuando la irrupción de la pandemia de COVID-19 provocó, entre otras cosas, un cierre de fronteras.
Fuentes en contacto con la supervisión de esas operaciones han confirmado a Efe la sospecha que ya veía circulando en los últimos días entre las ONG que trabajan en la acogida a los inmigrantes: el 10 de noviembre habrá un vuelo de devolución de irregulares a Nuadibú, que partirá de Madrid con escala en Gran Canaria.
España mantiene desde 2003 un acuerdo con Mauritania por el que este país acepta que se le entregue a cualquier inmigrante llegado a Canarias, con independencia de su nacionalidad, si ha salido de sus costas o simplemente ha transitado por su territorio.
En los tres primeros meses del año, España realizó cuatro vuelos de retorno de Canarias a Mauritania, con 162 inmigrantes afectados, los días 20 y 27 de enero, 17 de febrero y 2 de marzo, según datos recopilados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
De los 162 inmigrantes entregados a Mauritania por España a través del aeropuerto de Nuadibú, 130 eran malienses (el 80%), 21 senegaleres, ocho mauritanos, dos marfileños y un gabonés.
El gran número de ciudadanos de Mali deportados por esa vía por España a Mauritania fue duramente criticado tanto por CEAR como el Servicio Jesuita al Migrante, que recordaron que está vigente una recomendación de Naciones Unidas, a través de su agencia para los refugiados, ACNUR, de no devolver a los malienses, dada la situación de inestabilidad y violencia que se vive en su país.
Y también el Defensor del Pueblo se pronunció al respecto en su último informe, con esta advertencia sobre la entrega de inmigrantes de Mali a Mauritania: “España podría estar vulnerando el principio de no devolución previsto en los tratados internacionales suscritos por el propio país, así como en el Reglamento Frontex, al devolver a ciudadanos, aun por vía indirecta, a lugares que impliquen un riesgo para su seguridad”.
En realidad, España no devuelve a Mali a los malienses, sino a Mauritania, pero las ONG denuncian insistentemente que, una vez en su territorio, las autoridades de Nuakchot conducen directamente a los nacionales de ese país del Sahel a la frontera.
La noticia de que vuelven los vuelos de deportación a Mauritania ha causado también cierto desconcierto entre las ONG que trabajan con inmigrantes, porque no saben a día de hoy quiénes serán los afectados, si solo los retenidos en la actualidad en los CIE o si habrá detenciones en los centros de acogida para expulsar a más personas, con el efecto que ello tendría sobre estas últimas instalaciones, de potenciales abandonos por temor a una expulsión.
En este momento, el CIE de Tenerife está vacío, mientras que el de Gran Canaria solo cuenta con 23 internos, tras haber salido de él los malienses que habían sido recluidos allí tras su reapertura, de acuerdo con los datos que maneja CEAR en Canarias.