MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La Comunidad de Madrid ha fichado para la dirección de la Agencia de Reeducación y Reinserción del Menor Infractor a Regina Otaola, que dejó la Alcaldía de Lizartza y anunció su retirada de la vida política en junio de 2010 después de mantener discrepancias con la línea de actuación del PP en el País Vasco, encabezado por Antonio Baisagoiti.
El vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, ha anunciado que el Consejo de Gobierno ha acordado nombrar a Otaola como gerente de este organismo autónomo, dependiente de la Consejería de Presidencia y Justicia, que hasta ahora estaba en manos de Carmen Balfagón.
Según ha explicado González, es licenciada en Derecho por ICADE y técnico del Instituto Nacional de la Vivienda. Ha estado muchos años de portavoz del PP en el Ayuntamiento de Eibar, en las Juntas Generales de Guipuzcoa y en los últimos cuatro años ha ocupado la Alcaldía de Lizarza.
NO QUERÍA SEGUIR “TRAGANDO MÁS QUINA”
La exlcaldesa de Lizartza anunció que se iba del País Vasco y que abandonaba la política porque no quería seguir “tragando más quina” y reconoció que no iba a encontrar trabajo en Euskadi porque está “marcada”.
Otaola quedó fuera de la Ejecutiva del PP de Guipúzcoa en otoño pasado, al no entrar en los planes de renovación del presidente del partido en este territorio, Borja Sémper. Por este motivo, no se sentía “integrada” y reconoció que había tenido muchas “decepciones personales”.
El pasado mes de febrero, Otaola se desmarcó de su grupo juntero al abstenerse en la votación en el Parlamento guipuzcoano de una propuesta, transaccionada por Aralar, PSE, PP y EB, y apoyada por todos los grupos, incluidos el popular, en la que se instaba a la Diputación a que incluyera en el Plan foral de Apoyo a las Víctimas a aquellas que han sufrido vulneraciones de derechos humanos por motivaciones políticas.
La juntera explicó que su decisión de abstenerse se debió a que, para ella, “las víctimas son lo más importante” y no se puede “meterlas en el mismo saco con los victimarios como pretenden algunos como Aralar.